01 diciembre 2011

Pero el paracetamol no servía para los males que vinieron después

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Hace diez años, M. llegó a España desde Ecuador. Al poco tiempo, conoció a S., un joven colombiano, y empezaron su noviazgo. «Yo tenía un problema y no podía tener hijos, así que, en enero de 2011, decidimos hacerme una fecundación artificial». M. se quedó embarazada al primer intento y el médico le mandó reposo, porque había complicaciones y el bebé corría peligro. «Cuando dije en el trabajo que estaba embarazada, nadie se alegró, y al decir que cogía la baja, una compañera me dijo que ella había manchado durante su embarazo y no había dejado de trabajar. En todo el embarazo, nadie me dio la enhorabuena. La gente me decía: ¿Lo has pensado bien?» 

Lo peor estaba por llegar: «Al tercer día, empecé a vomitar muchísimo, no como cualquier embarazada. Todo me hacía vomitar: la luz, la pasta de dientes, el tic-tac del reloj, los portazos... Después, supe que eso es un síndrome muy raro (hiperémesis gravidarum) que tiene tratamiento, pero nadie me lo detectó. La médico me trató con muchísima dureza, como si no me creyera, y decía que era lo normal, aunque perdí 8 kilos en dos meses». Ante esta situación, recibió el peor consejo: «Mi madre me dijo que si estaba así era porque el bebé venía mal, y que lo mejor era sacarme eso de ahí». Una nota importante: «Por cosas que pasaron en mi infancia», la relación entre M. y su madre era de sumisión, casi de miedo, y de total falta de afecto. 

«Cuando estaba de casi 20 semanas, me hospitalizaron porque estaba deshidratada y no paraba de vomitar. Mi madre me dijo: Queda poco para que puedas sacarte "eso"; vamos a decir a los médicos que estás bien para que te den el alta y podamos ir a la clínica. Yo estaba como ida y miraba por mí de forma egoísta, porque me sentía realmente mal. Mentimos, y al día siguiente me llevó a abortar». Su novio, S., se limitó a dar el dinero, y ni apoyó ni censuró la decisión. Al entrar en el abortorio, «me dieron unos papeles y me dijeron que tenía que volver a las 48 horas, para pensarlo. Pero mi mamá insistió: No, no. Tiene que ser ahora

Así que falsificaron el informe, pusieron que yo había entrado  sangrando y me pasaron adentro. Todo fue más frío que cuando me saqué la muela del juicio. Cuando estaba a punto de entrar en el quirófano, fue de las pocas veces en que me dirigí al bebé y le dije: Lo siento, pero no puedo más. Ya en la camilla, quise irme, pero un enfermero empezó a distraerme y a decirme que me calmara. Me dieron una pastilla y me dormí». Dos horas después, M. salió del abortorio con su madre y sin su hijo. «Sólo me dijeron que, si me encontraba mal, tomara paracetamol, y que si sangraba, el seguro me cubría los 15 primeros días». 

Pero el paracetamol no servía para los males que vinieron después: «Al salir estaba atontada, pero después empecé a sentirme muy mal. Me molestaba ver anuncios de bebés, ver a madres con carritos..., ¡y los veía por todos lados! Sentía que todos me miraban y me juzgaban. S. llegó a casa y le noté muy frío, muy raro. Pensé que quizá se habría enfadado conmigo por abortar, y ahí me pregunté por primera vez: ¿Qué he hecho con mi bebé?» M. empezó a sumirse en una depresión: «En el fondo, sabía que había matado a mi hijo, y me sentía lo peor del mundo, indigna de que nadie me quisiera; me odiaba por haberlo hecho. No me perdonaba ni a mí misma, ni a mi madre, ni a los médicos... Tenía pesadillas, no podía dormir y no podía dejar de llorar. Fui a la médico y me recetó unos fármacos que me mantenían dormida, pero al despertar, el problema seguía ahí». Al mismo tiempo, la relación con S. empeoraba cada vez más: «Él se sentía mal por haberme dado el dinero, y yo, en parte, le culpaba a él, y a la vez me sentía culpada por él. Cuando él se me acercaba para acariciarme, yo no quería ni podía darle un beso o un abrazo, y me sentía como sucia por haber abortado». 

Entonces, algo brilló en su interior: «Pensé: Tengo que confesarme, porque lo que he hecho sólo puede perdonarlo Dios, aunque llevaba casi 10 años sin ir a la iglesia». A los pocos días, M. y S. fueron a su parroquia y ella se metió en el confesionario, donde la esperaba don Matteo, un sacerdote que «me escuchó con muchísimo cariño, me abrazó con misericordia, y me calmó mientras lloraba. Empezó a hablarme del arrepentimiento, de la gracia, del perdón, del amor de Dios... Y a decirme, de verdad y sin frases hechas, que mi hija (yo siempre creí que era una niña) estaba en el cielo, con Dios». Desde ese momento, don Matteo empezó a acompañar a M. y a S. en un proceso de sanación interior, que ayudó mucho a la pareja: «Venía a casa para ayudarnos a S. y a mí, y me puso en contacto con el Proyecto Raquel, donde me han ayudado muchísimo a superar el síndrome post-aborto, a través de ayuda psicológica y también a través del perdón y del amor de Dios, porque abortar te deja muchísimas heridas, muchísimo rencor, y salen cosas de antes de estar embarazada. 

Yo antes pensaba que el aborto era un derecho de la mujer, que podíamos decidir. Pero ahora sé que abortar no es dejar de tener un hijo, sino colaborar para perderlo; sé que eso te hunde, y que, aunque mires para otro lado, sólo la gracia del perdón de Dios puede curarte de verdad». 

Para contactar con el Proyecto Raquel: 663.636.719, España y en la webwww.proyecto-raquel.com.



28 noviembre 2011

Monumento al niño no nacido

En una ceremonia que contó con la presencia del ministro de Salud de la República Eslovaca Ivan Uhliarik, el 28 de octubre pasado se inauguró en la localidad de Nova Ves Bardejovske un memorial del niño no nacido

La estatua es obra del joven escultor eslovaco Martin Hudáčeka.

La iniciativa de la estatua es de un grupo de jóvenes madres eslovacas, conscientes del valor de la vida humana y de la necesidad de abolir el aborto.

El monumento expresa no sólo el pesar y arrepentimiento de la madre que ha abortado, sino también el perdón y el amor del niño por nacer hacia su madre.


 

El aborto no es una opción: aborto químico



Este corto que busca ofrecer alternativas a miles de mujeres que se han visto en el dilema del aborto. Siempre hay alguien que te puede orientar. No a la muerte. Sí a la vida. Consulta con las direcciones al final de este corto para recibir apoyo


 

11 noviembre 2011

Una juez condena la información a madres en la calle, en Austria, al rechazar una apelación provida

Dietmar Fischer de HLI Austria

GRAZ, Austria, 11 de noviembre 2011 (Notifam) – Una juez en la ciudad de Graz, Austria, ha rechazado una apelación de un grupo provida austriaco contra su condena y las multas impuestas, por haber dado testimonio público sobre el valor de la vida humana frente a una clínica de aborto en Graz el pasado mes de abril. Mediante el rechazo, se castiga de hecho la información a las madres frente a las clínicas de aborto austriacas.

Los defensores pro-vida, incluyendo a Dietmar Fischer, el director de la rama austriaca de la Human Life International/HLI (Vida Humana Internacional), fueron condenados el pasado mes de julio de haber “acosado” al abortista residente, y se les impusieron unas multas que sumaron a 8.490 €

Caroline List, la juez que presidió el caso a nivel apelativo, dijo que el rescate en la calle que se lleva a cabo en espacio público, es el equivalente a “una caza de brujas” en contra del médico abortista, Johannes Hanfstingl, según informó la cadena televisiva católica, Gloria.tv.

Se informó que la juez rechazó la apelación a pesar del testimonio de los testigos de la fiscalía, de que nadie había sido acosado por los miembros del grupo provida. Una testigo testificó que el grupo se había acercado para hacer hablar con ella directamente pero de forma cordial.

La juez List no permitió que el grupo pro-vida interpusiera más apelaciones

Fischer, galardonado con el Premio Cardenal von Galen en 2010 por su excepcional servicio en defensa de la vida humana inocente, dijo que estaba “horrorizado” con el veredicto de la juez, describiéndolo como “un escándalo y puramente político. Esto lo ordenó el ministro de justicia”. La juez Caroline List admitió que su veredicto, más bien atiende una cuestión legal de mayor alcance. La pregunta es si los grupos pro-vida podrán pararse frente a las clínicas de aborto y si podrán ofrecer o no ayuda.

“Con el veredicto de la juez Caroline List se busca detener todo esto,” dijo Fischer, a la vez que destacó el hecho de que la rama austriaca de Human Life International ha salvado las vidas de más de 15.000 niños.
El grupo todavía puede recurrir ante la Corte Europea de Derechos Humanos/CEDH, localizada en Estrasburgo, Francia, como un último recurso para obtener la justicia. Gloria.tv se ha enterado de que el grupo piensa proseguir con esta opción.

Versión del original en inglés: lifesitenews.com
Traducción del inglés por: Marlene Gillette-Ibern


10 octubre 2011

Bailarina embarazada: el apoyo de los que estaban a mi alrededor y pedir ayuda fue lo que hizo que se decidiese por la vida

“Sigue tu corazón, Este no es el final. Es el comienzo de algo nuevo”: cómo una bailarina profesional de 23 años, soltera, arriesgó una brillante carrera para optar por la vida.

REDACCIÓN HO / LIFESITENEWS.COM .- Rebecca tenía 23 años, era soltera y disfrutaba una brillante carrera como bailarina profesional cuando se enteró, consternada, de que estaba embarazada. La noticia no podía haber llegado en un momento más inoportuno. Era febrero de 2009, y Rebecca acababa de firmar un contrato con la Ópera Nacional de Washington, Distrito de Columbia, en los Estados Unidos de América, para bailar para ellos, desde abril hasta junio de ese año.

“Tuve que decidir si iba a continuar con el contrato, o si iba a salir porque estaba embarazada”, recuerda la bailarina, que deseaba ser conocida solo por su primer nombre, en una entrevista concedida a LifeSiteNews en una entrevista. “Esa fue una decisión muy difícil. Estaba asustada, nerviosa y perturbada”. Rebecca, que había sido educada en un hogar provida y cristiano, sentía ahora que estaba frente a la agónica elección de cualquiera de terminar con su embarazo o potencialmente poner fin a su carrera.

Bailarinas casadas a veces actúan después de tener hijos, a menudo por mantener conexiones con la industria a través de sus maridos bailarines, pero como cuenta Rebecca, la situación no es la misma para las madres solteras. No solo se enfrentan a una ruptura en su carrera, sino que existe la dificultad añadida de encontrar cuidado para los niños que pueda obedecer al horario de una bailarina. Rebecca añade que nunca había conocido a una bailarina profesional que fuera también madre soltera.

Sin embargo, la joven madre embarazada logró terminar su contrato con la Ópera de Washington, tras lo cual regresó a su ciudad natal de Chicago. Una vez allí mantuvo su embarazo oculto a la familia y amigos. sin embargo, un día, abrumada por la idea que llegar a ser madre sería destruiría la carrera para la cual había trabajado tan duro, fue a una tienda de hierbas en la búsqueda de un método de aborto “holístico”. Lo que encontró en su lugar fue una dependienta provida, que le dio información sobre un centro local de apoyo para las mujeres embarazadas, CareNet Pregnacy Services of DuPage.

Rebecca fue y se le efectuó una ecografía en uno de sus centros. Pero lo que realmente le afectó, dice, fue encontrarse con una mujer que había abortado, con la que CareNet la puso en contacto. “Ella me habló de lo mucho que lo lamentaba”, recuerda Rebecca. “Lo que fue como un golpe para mí es que ella me dijera que nunca se lo había contado a nadie”.

Rebecca decidió entonces sincerarse a una amiga cercana, quien a su vez le confió que ella misma era postaborto. Todavía indecisa, Rebecca pidió una cita con un centro abortista de Planed Parenthood. Sin embargo, la mañana de la cita se puso en contacto con su amiga, quien se acercó y le ayudó a dar la noticia a sus padres.

Rebecca dio a luz a una niña en noviembre, y ha logrado volver a la danza profesional. Reconoce el apoyo de sus padres, que cuidan de su hija cuando ella está de gira, para hacer posible su retorno a la danza. A su hija Jennifer, que tiene casi dos años de edad, le encanta bailar con su madre y aplaudirla en las competencias y espectáculos. “Ella es mi pareja de baile. Eso es una bendición. Le encanta danzar conmigo en casa y simplemente bailamos alrededor de la casa”, dice Rebecca. “Tenerla me ha hecho una persona más feliz”.

El consejo de Rebecca a otras mujeres con  embarazos no deseados es no tener miedo de acceder a la ayuda que está disponible para ellas.

No obstante, confiesa que ella misma “tenía miedo de ser juzgada por la gente en la iglesia y la gente que yo conocía en la comunidad cristiana”. “Que sepan que estás embarazada y soltera, es como llevar la letra roja escarlata”. Pero dice que el apoyo de los que estaban a su alrededor cuando lo dijo y pidió ayuda fue lo que hizo que se decidiese por la vida. “Hubo personas que se acercaron a mí, me abrazaron y me dijeron que Dios me amaba por lo que soy y no por lo que he hecho”.

Cara Bain, directora adjunta de la Consejería en CareNet, de Dupage, secunda la necesidad de una red de apoyo. Cuenta que su centro se esfuerza por llenar el vacío de las mujeres que se encuentran abrumadas por presiones para abortar en vez de recibir un cariñoso apoyo.

En declaraciones a LifeSiteNews/Notifam (LSN), Bain añade que “ofrecemos servicios que puede ofrecer el apoyo en su vida que a la interesada le puede estar faltando”. “Tenemos un programa que se llama Connections [Conexiones] que reúne a un grupo de mujeres en una iglesia local con una embarazada, para que pueda recibir apoyo emocional durante el embarazo”. El Centro también mantiene un consejero profesional en el personal, que puede llevar a cabo sesiones familiares con los padres de una mujer embarazada o con su novio.

La organización celebra este año su 30º aniversario, y estima que han ayudado de ocho a diez mil mujeres como Rebecca, para que opten por la vida a través de este tipo de intervenciones.

 

04 octubre 2011

«Si aborto ¿se me va a olvidar la violación? Si me deshago de mi bebé ¿olvidaré al violador?»

Por Alejandra Diener

«¿Si aborto, se me va a olvidar la violación? ¿Si me deshago de mi bebé, olvidaré al violador?» Estas preguntas le hizo Lianna Rebolledo al médico que la atendió cuando ella llegó a los 12 años al hospital de emergencia por una sobredosis de tranquilizantes que le habían recetado a causa de la violación que sufrió en Los Ángeles, California, cuando caminaba por una calle y dos tipos la amagaron.

El médico no le contestó, simplemente le dijo que le sería muy difícil cuidar a su bebé a su edad y en su condición económica, puesto que ella originaria del D.F. se había ido a vivir con su madre, que había sufrido violencia por parte de su padre, a Estados Unidos huyendo, sin papeles, sin dinero y buscando suerte con sus tres hijos. Uno de los cuales padece una discapacidad, no puede mover sus piernas.

Lianna, a pesar de su corta edad era una niña madura, ella fue la que respondió a las preguntas del doctor, y su madre simplemente la acompañó. En entrevista para Informando y Formando Radio, me dijo que su madurez no se debía a que fuera una niña agrandada, sino que más bien, la pobreza en la que vivían era la que la había hecho crecer.

Ella explicó claramente en el programa que pueden escuchar en el #PODCAST http://itunes.apple.com/us/podcast/testimonios-aborto-y-violacion/id458928669?i=98519014 que su preocupación era la violación que había sufrido. Y antes de saberse embarazada, la pobre mencionó que aunque se bañara mil veces sentía un asco horrible, que sentía repudio, y sobre todo ganas de morir. Por eso fue que abusó de los calmantes que, semanas antes de saberse encinta, le habían recetado.

Las náuseas y los malestares que sentía se los achacaba a la violación. Nunca pensó que estaba esperando una nueva vida, sin embargo ese día en el que abusó de los fármacos, fue cuando le dieron la noticia. Lianna dice haberse sentido feliz, puesto que una nueva vida la acompañaría en su dolor y a pesar de que el médico le dijo que abortara, ella se negó cuando se dio cuenta de que practicarse un aborto no haría que se le olvidara la violación.

Lianna tuvo a una niña, Jeannette, esta niña hoy en día es una mujer de 21 años. Sabe su procedencia, y  es idéntica a su madre. Nada que recordar a ese monstruo que abusó de su progenitora. Ella le agradece a diario a Dios que su mamá, Lianna la haya dejado vivir, y se dedica a ir a las clínicas abortistas de Estados Unidos a hablar con las mujeres que quieren abortar. Las ayuda a pensar con claridad y les cuenta su testimonio para que no aborten.

Lianna Rebolledo, hoy en día es locutora de un programa de radio católico y también ayuda a mujeres que sufren por haber sido violadas, las orienta y las acompaña en su recuperación. Ella se ha acercado a Dios, porque dice que nunca había conocido al Creador cuando era pequeña, que su madre estaba más preocupada por darles de comer y sacar adelante a todos sus hijos y nieta que nunca les inculcó la parte espiritual.

Lianna aprendió a conocer a Dios y encontró ese vacío que la tenía sumida en una tristeza inmensa, no obstante, su hija Jeannette fue quien le dio nuevamente sentido a su vida después de aquella noche en que su cuerpo fue ultrajado y su cara marcada. Su peor temor no era haber quedado embarazada, dice, su peor miedo era que no hubiera salido viva de ese infierno.

Una mujer que sufrió la violación de unos hombres desalmados a una edad muy temprana, una mujer que no tenía los recursos para vivir de manera cómoda, decidió que la nueva vida, sin importar de donde venía era un milagro y una bendición. Ella a sus 12 años comprobó que el aborto no borra heridas ni sufrimientos, al contrario el aborto los acrecienta. Asimismo, corroboró que la nueva vida, por muy precarias que sean las condiciones en las que llegue, siempre es un aliento para continuar y vivir con sentido de trascendencia.

Lianna Rebolledo una mujer que hay que oír y ver, pero sobre todo darla como ejemplo para que se escuche a los cuatro vientos que el aborto no es la solución.








 

03 octubre 2011

Testimonio de aborto de Mari Carmen

Mari Carmen: Yo no le puedo poner un rostro a mi hijo jamás; no ha tenido ni una vida digna ni una muerte digna



Pensando en Abortar 


Investigan posible milagro del arzobispo Fulton Sheen




1 de octubre, 2011. (Romereports.com) Fue uno de los predicadores más importantes de Estados Unidos, pero también un gran arzobispo y comunicador. Fulton Sheen fue uno de los protagonistas de la televisión americana en la década de los 50.
Han pasado muchos años desde entonces, pero continúa en los medios por su proceso de beatificación. Ahora se está investigando un presunto milagro realizado por su intercesión. Se trata de la curación de un recién nacido. Si se confirma, Fulton Sheen podría ser beatificado.


El supuesto milagro tuvo lugar en Pioria, en Illinois, la misma ciudad donde Sheen fue ordenado sacerdote. Hace un año Bonnie Engstrom y su marido supieron que estaban esperando un bebé y encomendaron a Fulton Sheen pasar un buen embarazo.

A pesar de que fue un embarazo sin complicaciones, los médicos y los padres del niño aseguran que cuando nació, durante 61 minutos el bebé no tuvo pulso. Durante el minuto más largo de sus vidas rezaron a Fulton Sheen y bautizaron al bebé con el nombre de James Fulton. Le realizaron una reanimación cardio pulmonar y su pequeño corazón empezó a latir.

Los médicos les dijeron que quedaría ciego y que su salud sería muy delicada. Ahora, un año después, los padres aseguran que el bebé esta perfectamente.

La familia está convencida de la ayuda de Fulton Sheen. Dicen que es un regalo de este sacerdote, comunicador y ganador de un premio EMMY.

Un tribunal de la diócesis analizará los resultados médicos en Pioria. Si piensa que es un milagro el caso pasará a la Congregación para las Causas de los Santos en Roma, que lo estudiará escrupulosamente antes de pasárselo al Papa para que lo apruebe y convoque la beatificación de Fulton Sheen.


 

01 octubre 2011

Recibimos escupitajos, nos lanzaron huevos, no ahorraron en insultos pero

25V en Barcelona: "Recibimos escupitajos, nos lanzaron huevos, no ahorraron en insultos, ni se cortaron en amenazarnos, hasta por escrito... Pero no nos detendremos en la defensa de la Vida. Juntos, veremos el fin del aborto".
REDACCIÓN HO / DAV BARCELONA.- Vivimos en primera persona el ataque de grupos proaborto en Barcelona. Pese a todo, no nos detendremos en la defensa de la Vida. Este es el relato:
El pasado domingo, 25 de septiembre, como hacemos cada 25 de mes en las Veladas que convocaDerecho a Vivir (25V), acudimos a nuestra Concentración-Marcha por la vida de Barcelona en defensa de los más indefensos, los niños no nacidos, y en apoyo de la mujer embarazada.
Al llegar a nuestro punto de encuentro, delante del Hospital de San Pau, no nos cogió por sorpresa la presencia de proabortistas. Al menos, este mes, la Policía nos reservó el lugar con las furgonetas antidisturbios, para evitar que estos contramanifestantes tomaran el lugar que nosotros sí teníamos reservado, con sus correspondientes autorizaciones administrativas, para poder concentrarnos y expresarnos libremente, siempre con respeto y tolerancia, algo muy escaso en los grupos proaborto. 
25V Barcelona25V BarcelonaDimos comienzo a nuestra concentración-marcha a las 20:30 horas, con las siempre sensatas y sabias palabras de nuestro compañero Mariano; transcurridos unos minutos, tomó la palabra Amanda, portavoz de Unidos por la Vida Colombia: al ser su último 25V de mes en Barcelona, le solicitamos que nos dedicara unas palabras y, ¡como no!, nos cautivó...
Nos dejó tres mensajes muy claros: primero, quiso felicitarnos por la gran e intensa labor que desarrollan los voluntarios de DAV en la causa común provida; agradeció muy emocionada todo lo vivido y aprendido junto a nosotros, el cariño y la entrega de las personas amigas que ha encontrado en España.
Segundo, nos invitó a seguir más unidos que nunca: "cada vez que se defiende la vida en España -decía-, también se defiende en Iberoamérica; cada bebé salvado es una dicha, una alegría incalculable. España es el faro que alumbra a muchas naciones y no puede permitir que se sigan matando a sus hijos".
Tercero, dejó un claro mensaje a todas las mujeres que se encuentran en situaciones difíciles ante un embarazo: que luchen y que no tiren la toalla, "porque la maternidad es un regalo hermoso que debemos apreciar, porque da buenos frutos". A la vez, les animó a protagonizar una rebeldía cívica contra el aborto, que pasa por exigir a los gobernantes ayudas y atenciones para, de esta manera, evitar que muera su propio hijo.
Ataques proabortistas
Inmediatamente después de su intervención se dio paso a una preciosa oración en conjunto, y comenzamos a rezar el Santo Rosario por la Avenida Gaudí; en todo momento estuvimos escoltados por más de dos decenas Mossos d´Escuadra, que mantuvieron una hora muy tensa con los proabortistas, que hicieron de las suyas.
De camino por la Avenida Gaudí, recibimos escupitajos, nos lanzaron huevos, no ahorraron en insultos hacia nosotros a cada momento, ni se cortaron en amenazarnos, hasta por escrito.
 ComprometidosComprometidosAunque estas actitudes intolerantes les descalifican por sí mismas y son absolutamente rechazables, en el fondo nos apena, pues entendemos que el problema radica tanto en quienes no saben respetar y se hacen ejecutores de violencia, como en quienes permanecen adormecidos ante quienes violan los derechos humanos con la más absoluta impunidad.
Mostramos imágenes con las que os decimos que, pese a lo vivido este 25V en Barcelona, seguiremos adelante, porque lo "progresista es defender la vida". Hoy más que nunca, la Plataforma Cataluña Vida Sí se siente capaz de continuar con esta gran lucha: sabemos que solo perseverando lograremos ganar la batalla. 
Barcelona por el Derecho a VivirBarcelona por el Derecho a VivirEstamos convencidos de que todos tenemos la responsabilidad moral de actuar en defensa de la vida. Sabemos bien que el aborto es un genocidio, que está llamado a desparecer de nuestra sociedad, pues no hay civilización ni avance donde no se respeta y protege la vida. Esa es nuestra respuesta al insulto, a la agresión o a la amenaza: reforzarnos en la convicción que nos mueve a la acción, sabiéndonos cargados de razón en la lucha contra la barbarie y la intolerancia. Desde luego, en un estado de derecho son inconcebibles tales ataques, y por ello haremos debido uso de las pruebas que tenemos, advirtiendo de que no vamos a tolerar más agresiones,  y así hemos dado parte a la Policía. Pero lo fundamental es que no nos van silenciar, y que cuanto más nos ataquen, más lucharemos por la Vida.
Una sociedad que se dice llamar "progresista" lucha por una mejor atención sanitaria, educativa, por una vivienda digna, un trabajo honrado... Pero no por matar a nuestros propios hijos. Invertir más de 14 millones de euros de dinero público en  dos clínicas abortistas no es progreso, menos cuando al mismo tiempo se cierran muchas salas de hospitales, se reducen sueldos, o se despiden personal. 
Testimonio jovenTestimonio jovenAprovechamos la ocasión para decir "Gracias". Millones de "Gracias": defensores de la vida, gracias a todos por vuestro esfuerzo en tan bellísima causa que nos une. Aquí nadie es más que nadie, nuestro afán es que el corazón siga latiendo con una sonrisa, especialmente el de los niños. 
Este 25V, DAV Barcelona puede afirmar con orgullo que, pese a las agresiones de los proabortistas llenos de odio, logramos culminar con éxito los dos actos provida que programamos:  el 'civil' y el 'religioso', con una notable participación  en ambos, de varios centenares de personas comprometidas con el primer derecho humano.
Cada 25V adquirimos nuevas fuerza para continuar con esta gran labor: Animamos a todos nuestros jóvenes y mayores a unirse a esta gran iniciativa de DAV en defensa de la vida: ¡Siempre vale la pena! Juntos, veremos el fin del aborto.



22 septiembre 2011

Doctores argentinos lograron reparar un útero con hemorragia en pleno embarazo

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La cirugía pionera que salvó una vida
En una cirugía pionera en el mundo, un equipo médico argentino logró reparar una lesión en el útero de una mujer embarazada, que amenazaba no sólo la vida de su hija en gestación, sino también la capacidad de la mujer de volver a quedar embarazada en el futuro.

El tratamiento convencional implicaba la extracción del útero e inducir el parto, pero por su tiempo gestacional la beba no tenía posibilidades de sobrevida. Entonces, los médicos del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas Norberto Quirno (Cemic) decidieron implementar una cirugía innovadora para salvar el útero y evitar un parto prematuro. Y tuvieron éxito.

“Es la primera vez que se repara una lesión con sangrado activo en el útero y con compromiso de la placenta, lo que permitió que el embarazo siguiera su curso hasta que la beba alcanzara una edad gestacional en la que pudiera nacer”, dijo a LA NACION el doctor Gustavo Leguizamón, jefe de la Unidad de Embarazo de Alto Riesgo del Cemic.

“Nunca se había hecho una reparación de este estilo", dijo el doctor José Palacios Jaraquemada, cirujano con 18 años de experiencia en el tratamiento de hemorragias obstétricas severas y reparación de úteros, que integra la Sección Medicina Materno Fetal del Cemic que dirige el doctor Angel Fiorillo.

"Una vez realizada la cirugía, consultamos a expertos internacionales para indagar qué habrían hecho en este caso -agregó Palacios-. Muchos dijeron que habrían extraído el útero y sacado al bebe; otros dijeron que hubieran tratado de salvar el embarazo, pero que no sabían qué hacer."

Una llamada a medianoche

Todo comenzó el 18 de noviembre de 2007, cuando por la noche Silvina Franzin, de 36 años, fue internada por dolores y molestias en el abdomen. La sospecha de una hemorragía intraabdominal indicaba la necesidad de realizar una cirugía exploratoria para descartar esa u otras posibilidades igualmente peligrosas. Silvina cursaba la semana 20 de su tercer embarazo.

Alrededor de las doce de la noche, el doctor Leguizamón salió del quirófano donde Silvina se encontraba bajo anestesia general para hacer una llamada telefónica. Del otro lado de la línea, el doctor Palacios escuchó los detalles del caso e inmediatamente partió camino al Hospital Universitario Cemic, en el barrio porteño de Saavedra.

No había tiempo que perder. "La causa de la hemorragia era una rotura del útero, que se había producido porque la placenta se había implantado sobre la cicatriz de una cesárea previa, erosionándola", explicó Leguizamón.

Había que detener la hemorragia, pero hasta ese momento nadie en el mundo había podido reparar una lesión de ese tipo sin inducir el parto. "La bebe con solo 20 semanas, no era viable: aun con la mejor atención médica posible no podría sobrevivir."

El tratamiento convencional para casos como el de Silvina no sólo implicaba la pérdida del embarazo, también conllevaba la perdida de la posibilidad de volver a quedar embarazada. "En casos de hemorragias graves como éste, el estándar de cuidado en todo el mundo es hacer una histerectomía -agregó Leguizamón-; es decir, sacar el útero."

Reparar una herida sobre un tejido en expansión, como es el útero durante el embarazo, era todo un desafío para la obstetricia. "Desde el punto de vista técnico, hacer una sutura en el útero en crecimiento va en contra del concepto mismo de sutura", apuntó Palacios.

"Pero a veces -agregó- la solución parte de cosas que uno ha hecho antes. Hace tres años, había sido consultado por un caso similar que ocurrió en Estados Unidos, en el que se planteó la posibilidad de reparar la rotura de la cicatriz de la cesárea con el bebe dentro del útero. Pero antes de llegar a la cirugía se produjo un aborto espontáneo."

La idea que había quedado dando vueltas era colocar por arriba y por debajo de la herida por cerrar unas mallas , de manera tal que a medida que el útero fuera expandiéndose con el progreso del embarazo la tensión recayera sobre ellas y no sobre la sutura del músculo uterino.

Leguizamón y Palacios plantearon al marido de Silvina la posibilidad de probar esa técnica innovadora. "El marido dio su consentimiento -contó Leguizamón-. Previamente habíamos corroborado mediante ecografías que la beba estaba bien, que se movía y que su latido era normal."

Pasada la una de la mañana, los médicos volvieron al quirófano. "Eramos 15 personas empujando para que esta beba naciera bien", recordó Palacios.

Tres meses de espera

Silvina salió del quirófano después las tres de la mañana. "Me despertó el anestesista -contó esta vecina de Florida, Vicente López-. Me dijo: la cicatriz es grande, pero tu beba está bien."

Comenzaba otra etapa, donde su participación era tan importante como la de los médicos. "Silvina tenía que permanecer internada hasta que naciera su hija -dijo Leguizamón-. No había casos en el mundo como éste, pero sí había experiencia con otro tipo de intervenciones, como las cirugías fetales [en las que se corrigen defectos congénitos del bebe aún en el útero], que se asocian con un mayor riesgo de trabajo de parto prematuro o de rotura de bolsa."

En caso de que se produjera alguna complicación, la atención debía ser inmediata. "Yo también prefería estar internada: con dos hijos en casa no existe el reposo", bromeó Silvina, y agregó: "Me tomé la internación como un trabajo: estar atenta a cualquier síntoma. Tenía dos posibilidades, tomarme bien o mal el tener que estar internada, y yo elegí tomármelo bien, con alegría por estar haciéndolo por mi hija".

El reposo, por suerte, no era absoluto y Silvina comenzó entonces a visitar a otras mujeres internadas en el piso de maternidad. "Cuando me sacaron los puntos, volví a usar mi ropa, decoré la habitación, empecé a leer, a tejer, puse flores, para recibir las visitas de mi familia." En total, fueron casi tres meses de internación.

Mientras, los médicos discutían cómo proceder. La pregunta era: ¿cuándo debían hacer nacer a la beba? "Había que sopesar el riesgo asociado con la prematurez versus el riesgo de una posible rotura de bolsa", explicó Leguizamón. El tema fue motivo de ateneo entre los médicos, e incluso de encuesta internacional, ya que se contactó a expertos de otros países para que opinaran cuál era la mejor fecha para una cesárea.

Se decidió entonces que el mejor momento era a fines de la semana 32 del embarazo. "Entonces, el útero comienza a remodelarse y el bebe se mueve más vigorosamente, con lo que aumenta el riesgo de rotura de bolsa", explicó Leguizamón.

La cesárea se realizó finalmente el 12 de diciembre y Guadalupe Calvo Franzin nació con 1,700 kilos. Desde entonces y hasta el lunes último, la pequeña permaneció internada en neonatología del Cemic, donde fue creciendo normalmente y recibió las visitas diarias de su mamá.

Su primera noche en casa fue agitada: "Me la dieron con el sueño cambiado: ¡pasó toda la noche despabilada! -se rió Silvina-. Me dio gusto despertar por fin a su lado".

Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION