Me limito a transcribir, con su permiso, la experiencia de esta madre:
Me hallaba en la semana 18 de embarazo y accidentalmente rompí aguas.
Rápidamente mi esposo y yo fuimos al hospital, al revisarme dieron constancia de que el bebé se encontraba sin nada de líquido amniótico. Ingresé y me mantuvieron en planta durante dos semanas, haciéndome analíticas, cultivos y por último una ecografía que delataba la carencia de líquido: no había recuperado lo perdido en la rotura.
Pocas explicaciones de cómo se encontraba mi hijo. Solo miradas de desaliento y por fin un diagnóstico: mi hijo no era VIABLE, no podía sobrevivir en mi seno, menos aún nacer, puesto que si ello sucedía, moriría en el momento; una doctora me informó que si nacía antes de la semana 24, los pediatras de Neonatos no harían nada por él, puesto que según ellos no era VIABLE. A la primera doctora que me propuso el aborto, una muchacha joven, le contesté que NO, E INSISTIÓ diciéndome estas palabras: "mira, tu bebé no es viable, no creemos que nazca, morirá antes, y si en el caso de que aguante unas semanas y nazca, morirá al momento puesto que sus pulmones no estarán desarrollados, es más en el caso de que naciera y sobreviviera, tendría importantes problemas pulmonares, cerebrales, de riñón, puesto que sin el liquido amniótico no es posible desarrollar de forma correcta los órganos vitales, como el corazón o el riñón que también se verán afectados, los miembros estarán atrofiados puesto que la falta de liquido les hace estar encogidos y apretados con tu propio cuerpo.Vamos que si tu hijo nace y es un niño normal será UN MILAGRO, pero como Dios existe (en tono cínico), pues ea, vamos a esperar el MILAGRO.
Pasaron 12 semanas, en las que aguardé con paciencia, pero también con el trato de algunos de aquellos profesionales que me miraban con una mirada extraña, como si estuviera loca, o bien, desde la convicción que no tenía nada que hacer.
Me informaron que tenía la posibilidad de abortar hasta la semana 22 + 5, pero entre esas semanas aún me propusieron 2 veces más a que abortarse. Me indigné tanto que el médico en su "defensa" lo único que me dijo es que no tenía ganas de que el Sr. Juez le preguntase que por qué no me había informado de lo que le iba a suceder a mi hijo, un niño de por vida enfermo, con tan solo un 5% de posibilidades de que naciera bien.
Pues bien, Dios existe, Señora Doctora y el 5% también, Mi hijo nació 12 semanas después, por cesárea de urgencia, puesto que había prolapso de cordón... Estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte 37 días en la UCI, y aún tardó 23 días más hasta que Pedro pudo venir con sus papás a casa...
Doy gracias a Dios, todos los días; Pedro tiene 2 años y medio, y se recupera de su Displasia Broncopulmonar Leve, de forma satisfactoria, es un niño totalmente NORMAL. Si no cuentas lo que ha pasado nadie lo sabe, tan solo su "peso pluma" delata la prematuridad de su nacimiento...
A cuántos no les han dado la oportunidad de Pedro..., cuántas madres no están dispuestas a dejar a su familia 12 semanas encerradas en un hospital...
No sólo es la sociedad, el Gobierno, o los "especialistas" en el tema los causantes de esta falta de oportunidad: estamos en crisis, sobretodo de valores, yo estaba dispuesta a defender la vida de mi hijo hasta el final..., y sobre todo no me importaba tener que cuidar de un niño enfermo, tan solo le pedía a Dios que me diera fuerzas para afrontarlo y sobre todo para hacerlo lo mejor posible. Pedro es un ejemplo, no un "caso aparte". El próximo curso empezará el cole como cualquier otro niño, y tendrá el derecho a vivir como todos los demás niños del mundoAdopcion Espiritual
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