Investigadores del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba han demostrado que la movilización de células madre con la administración de factor estimulante de colonias granulocíticas combinado (G-CSF) es factible, segura y eficaz en el infarto de miocardio, según un estudio publicado en el último número de Revista Española de Cardiología.
Según el estudio, si en el organismo adulto existen células madre con capacidad de contribuir a regenerar la función cardiaca, en vez de buscarlas, aislarlas, cultivarlas in vitro y volverlas a administrar, es posible lograr que dichas células madre sean capaces de llegar al lugar donde su presencia puede resultar beneficiosa, sin tener que extraerlas del organismo.
El trabajo, uno de los primeros que utiliza esta estrategia terapéutica en pacientes con infarto, abre nuevas perspectivas y sitúa a un grupo español en el competitivo grupo de la terapia celular regenerativa. El principal objetivo fue evaluar la factibilidad y seguridad de la movilización masiva de células madre en el curso de un infarto.
Así, se realizó un cateterismo cardiaco a 13 pacientes entre los días 0 y 5 de la fase aguda del infarto, con el fin de obtener la revascularización completa del miocardio y asegurar la viabilidad de la pared anterior, así como la llegada y el posible anidamiento de células madre a la zona infartada. En los días siguientes, y durante diez consecutivos, se procedió a la administración de factor estimulante de colonias granulocíticas combinado (G-CSF).
Posteriormente se les realizó un seguimiento estrecho tras el alta hospitalaria y se practicó un segundo cateterismo a los tres meses, para evaluar los cambios en la función ventricular izquierda. Todos evolucionaron favorablemente, sin complicaciones cardiacas, a excepción de uno de ellos, que presentó rotura esplénica espontánea en el día 13 tras el IAM, cuando se encontraba todavía bajo tratamiento con G-CSF. El tratamiento fue interrumpido y el enfermo evolucionó favorablemente tras la cirugía.
Las imágenes ecocardiográficas tomadas a los tres meses mostraron una mejoría funcional significativa y una reducción de la necrosis miocárdica. Asimismo, se observó una alta concentración de células inmaduras movilizadas ya al quinto día de tratamiento que, según los autores, podría explicar la recuperación funcional de la pared anterior infartada.
Por otro lado, el análisis fenotípico de las células movilizadas mostró que el número de células madre y progenitoras se había incrementado en la sangre de los pacientes de forma muy significativa. Tras de un periodo aproximado de nueve meses, los 13 pacientes estudiados continúan asintomáticos y no se han registrado episodios de angina o fallo cardiaco en ninguno de ellos.
Los autores de este novedoso trabajo concluyen que la movilización de células madre con G-CSF es factible, segura y eficaz en pacientes con IAM anterior revascularizado, aunque la posibilidad de que se produzca una esplenitis aguda por la movilización celular masiva debe ser tratada con cautela en futuros diseños.
Según el estudio, si en el organismo adulto existen células madre con capacidad de contribuir a regenerar la función cardiaca, en vez de buscarlas, aislarlas, cultivarlas in vitro y volverlas a administrar, es posible lograr que dichas células madre sean capaces de llegar al lugar donde su presencia puede resultar beneficiosa, sin tener que extraerlas del organismo.
El trabajo, uno de los primeros que utiliza esta estrategia terapéutica en pacientes con infarto, abre nuevas perspectivas y sitúa a un grupo español en el competitivo grupo de la terapia celular regenerativa. El principal objetivo fue evaluar la factibilidad y seguridad de la movilización masiva de células madre en el curso de un infarto.
Así, se realizó un cateterismo cardiaco a 13 pacientes entre los días 0 y 5 de la fase aguda del infarto, con el fin de obtener la revascularización completa del miocardio y asegurar la viabilidad de la pared anterior, así como la llegada y el posible anidamiento de células madre a la zona infartada. En los días siguientes, y durante diez consecutivos, se procedió a la administración de factor estimulante de colonias granulocíticas combinado (G-CSF).
Posteriormente se les realizó un seguimiento estrecho tras el alta hospitalaria y se practicó un segundo cateterismo a los tres meses, para evaluar los cambios en la función ventricular izquierda. Todos evolucionaron favorablemente, sin complicaciones cardiacas, a excepción de uno de ellos, que presentó rotura esplénica espontánea en el día 13 tras el IAM, cuando se encontraba todavía bajo tratamiento con G-CSF. El tratamiento fue interrumpido y el enfermo evolucionó favorablemente tras la cirugía.
Las imágenes ecocardiográficas tomadas a los tres meses mostraron una mejoría funcional significativa y una reducción de la necrosis miocárdica. Asimismo, se observó una alta concentración de células inmaduras movilizadas ya al quinto día de tratamiento que, según los autores, podría explicar la recuperación funcional de la pared anterior infartada.
Por otro lado, el análisis fenotípico de las células movilizadas mostró que el número de células madre y progenitoras se había incrementado en la sangre de los pacientes de forma muy significativa. Tras de un periodo aproximado de nueve meses, los 13 pacientes estudiados continúan asintomáticos y no se han registrado episodios de angina o fallo cardiaco en ninguno de ellos.
Los autores de este novedoso trabajo concluyen que la movilización de células madre con G-CSF es factible, segura y eficaz en pacientes con IAM anterior revascularizado, aunque la posibilidad de que se produzca una esplenitis aguda por la movilización celular masiva debe ser tratada con cautela en futuros diseños.
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