Le doy gracias a Dios por el obsequio de mi vida,
Y por la vida de mis hermanos y hermanas.
Sé que soy responsable por los no-nacidos que no pueden defenderse.
Sé que la tragedia más seria en nuestros días es la tragedia del aborto.
Hoy, me comprometo,
A nunca guardar silencio,
A nunca ser pasivo,
A nunca olvidar a los no-nacidos.
Me comprometo a ser un miembro activo en el movimiento pro-vida
A nunca detenerme en la lucha para la defensa de la vida
Hasta que todos mis hermanos y hermanas sean protegidos,
Y nuestro país de nuevo sea
Una nación con libertad y justicia
No solo para algunos, sino para todos. Amen!
Padre Frank A. Pavone
Adopcion espiritual
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