17 agosto 2005

España: peregrinación a Roma de afiliada a VHI.



Madre de la Vida, ruega por nosotros.

He peregrinado del 2 al 4 de julio del 2005 a Roma con la Archidiócesis de Madrid, que quiso apoyar en la Roca Petrina las propuestas evangelizadoras de nuestro Sínodo Diocesano, clausurado en la pasada fiesta de Pentecostés. Por las estrechas calles adoquinadas y por las grandes plazas, caminamos juntos (esto es el Sínodo) gentes de todos los barrios de nuestra ciudad, de toda edad y condición, tras nuestros Pastores, nuestro Arzobispo Cardenal D. Antonio María Rouco, nuestros Obispos y sacerdotes, sintiendo su cercanía y sus cuidados con la alegría y confianza que se vive en la familia bienavenida de los hijos de Dios.

Recorrimos en romería orante los lugares sagrados donde se desarrolló la fe de la Iglesia, regada con la sangre de los mártires: Basílica de San Pablo Extramuros, de Santa María la Mayor, de San Lorenzo in Dámaso y San Pedro del Vaticano. Allí rezamos emocionados ante la tumba del Papa Juan Pablo II que vivió mártir y santo ante nuestros ojos, agradeciéndole su amor entrañable a España y la gran luz que encendió en nuestros caminos durante los años que rigió la Iglesia.

Como final fuimos recibidos en Audiencia por el Papa Benedicto XVI.

Tuve el gran regalo, inmerecido, de saludarle de cerca, de besar su mano. Su figura blanca, resplandeciente, su sonrisa de amor universal, sus palabras firmes y claras, su mirada profunda, luminosa, personalizadora son la expresión viva de un hombre que vive traspasado por el esplendor de la verdad. Coincidía en estas fechas el 20 aniversario de la despenalización del aborto en España, que ha causado la muerte a más de novecientos mil niños no nacidos entre nosotros.

En el momento de saludar al Papa, le supliqué humildemente, animada por la confianza de sentir mi mano entre las suyas, que la invocación “Mater Vitae, ora pro nobis” se añada a las letanías del Rosario, como respuesta a la petición que el Papa Juan Pablo II nos ha hecho en el número 100 de la encíclica Evangelium Vitae: “Es urgente una gran oración por la vida que abarque al mundo entero”.

El Papa sonreía.

Hemos regresado a nuestra villa, más hermanos, confirmados en la fe, agradecidos a Dios, que plantó su tienda entre nosotros. Agradecidos a todos los hombres y mujeres que siguiendo Su llamada, lo han hecho patente, ayer y hoy y siempre y nos ayudan a descubrir Su presencia en este mundo desorientado el cual nos toca vivir.

Margarita Mª Fraga Iribarne

Presidenta de la Asociación Evangelium Vitae
Organización afiliada a VHI en España



ABORTO: Un millón de muertos

No hay comentarios: