09 marzo 2005

“Adoptar a cinco es lo mejor que me ha pasado”

Tenía 41 años, era dentista, estaba soltera y tenía la vida muy bien organizada cuando decidió adoptar un niño con síndrome de Down. Blanca pensó que se estaba complicando la vida con miles de asuntos que no tenían ninguna importancia: casa, perros, viajes, etc. La experiencia con Quique fue tan buena que después repitió 4 veces y ya tiene familia numerosa.

Por Esther Losana
Alba
08/03/05, 12.08 horas


Blanca Sobrini es la mayor de 10 hermanos de una familia acomodada de la segunda mitad del siglo pasado. Estudió Medicina y después se especializó en Pediatría. Eso sí, aunque parezca algo increíble, dice que, como saben todos los que la conocen, no le gustan los niños.

“Me aburre soberanamente jugar con ellos, aunque adoptar cinco niños, es lo mejor que me ha pasado”, asegura. Después de Pediatría hizo Estomatología, a lo que se dedica desde hace 21 años.

Blanca afirma creció en una familia feliz, divertida y llena de actividades que o bien hacían todos juntos los fines de semana o se inventaba ella con sus hermanos. “Tengo un recuerdo maravilloso de ser tantos hermanos”, cuenta.

Cada vez que sus padres les daban la noticia de que venía un hermano en camino, en casa hacían una fiesta, se brindaba con champán y se ponía un biberón en la mesa.

Hoy dice que no hubiera podido formar una familia como la que tiene sin ayuda de la suya, que desde el principio la ha apoyado, y que la ayuda en todo: “Estoy segura de que si no hubiera sido por mis padres y el modo de educarnos, en la teoría de ‘comemos menos, pero comemos más’, mi vida hubiera transcurrido de otra manera”.

El hogar marca pautas. Su padre (la madre falleció antes de que Blanca adoptara) no escatima ningún esfuerzo para buscar ocasiones de celebrar lo que sea, y su casa es un punto de encuentro habitual para sus hijos y especialmente para sus nietos. Todos ellos lo llaman “Carlitos”.

El primer proceso de adopción empezó con 41 años, en 1995. “En aquella ocasión ya hacía tiempo que venía pensando en adoptar un niño, porque sentía que siendo soltera, casi sin darme cuenta, me estaba complicando la vida poco a poco con miles de asuntos, animales y cosas que no tenían -hoy lo veo todavía mucho más claro- ninguna importancia: casa, perros, viajes, etc.

En realidad - explica- supongo que, egoístamente, tenía claro que era la mejor manera de ser feliz: dando”.

Sin embargo, nunca llegaba el momento, porque Blanca pensaba “cuando termine de pagar la hipoteca.... Cuando se me aclare esta o aquella situación... Etc.” y en el fondo dice que también, seguramente, porque le daba miedo complicarse la vida.

“Tenía una vida resuelta y muy fácil, pero no era feliz. Un día, una amiga me comentó que había conocido de una manera casual a un niño de 2 años y medio que tenía síndrome de Down y que, probablemente por este motivo, estaba en un centro de acogida esperando ser adoptado. La verdad es que no lo pensé más, y en un mes tenía a Quique en casa en acogimiento preadoptivo.

En unos meses, ese niño tan sensible, cariñoso, adorable y especial me hizo madre”. La familia crece Cuando Blanca ya era madre, decidió ampliar la familia.

Empezó el proceso de adopción de dos niños más: “Quería que fueran dos para que no sintieran tan directamente el ‘dulce peso’ de tener un hermano con síndrome de Down.

En principio, mi solicitud a Rusia, país de origen de las niñas, fue de dos hermanos o hermanas. Me llevé una gran alegría -cuentacuando llegó la asignación de tres hermanas, de 10, 8 y 5 años.

Con mucha delicadeza, los psicólogos de la Comunidad de Madrid me insinuaron que, dadas mis circunstancias, podía negarme y seguir con el proceso de dos niños.

Yo les dije aquello de que ‘el hombre propone, la mujer dispone y Dios, en su infinita bondad y sabiduría, descompone’ y que en esta ocasión entendía que había descompuesto muy bien, por muchas razones”. Blanca pensó que el tiempo corría en contra de aquellas tres niñas, y el hecho de ser tres complicaba más su adopción.

“Para mí, siendo mujer, era más fácil educar niñas que niños, y además así Quique tendría 4 madres”, dice. Estas niñas la volvieron a hacer madre dos años y pico después que Quique.

Blanca recuerda perfectamente cómo fue la primera vez que vio a sus hijas: “El primer encuentro con ellas fue maravilloso. E

staba esperándolas en una especie de sala grande y algo oscura en el orfanato y aparecieron las tres juntas por una puerta y sin mirar a nadie de los que me acompañaban, como si me conocieran de toda la vida y volvieran de un viaje. Se abalanzaron hacia mí diciendo “mamá, mamá...” Así madre por quinta vez.

En esta ocasión de un recién nacido también con síndrome de Down. Ante este panorama, uno se pregunta cómo se llevarán estos hermanos tan distintos, fui madre por segunda, tercera y cuarta vez. Esto fue en septiembre de 1997”.

Con el paso del tiempo, fueron los niños los que querían tener más hermanitos, y ella seguía siendo soltera. Por ello decidió iniciar un nuevo proceso de adopción, en este caso también en la Comunidad de Madrid, y de otro niño con síndrome de Down.

Unos meses después, a principios de 2002, nació Gonzalo, y fue habiéndose conocido ya mayores. Por lo que dice Blanca, parece que mejor que muchos de la misma sangre.

“Los niños se adoran y sus hermanas los quieren y los valoran tanto -asegura- que en una ocasión, yendo al colegio en el coche, les dije que íbamos a rezar porque una amiga mía iba a tener ese día un niño prematuro después de 6 meses y medio de embarazo, y María, espontáneamente, exclamó: “¡Qué suerte, mamá, ojalá tenga síndrome de Down!”.

La perspectiva de la vida

Blanca ve las cosas muy distintas a como las veía cuando no tenía niños. Ahora no hace ni la mitad de las cosas que entonces le complicaban la vida. “Buscando en el baúl de los recuerdos, no sé dónde se me quedaron las inquietudes de entonces. Tenía que hacer cantidad de cosas ‘importantes’ y nunca tenía tiempo para nada”.

“Estoy muy contenta de aquel primer impulso que me llevó a sentirme comprometida con Quique cuando me hablaron de él y no me cambiaría por nadie, porque recibo tanto cariño que sé que ellos no me cambiarían por nadie”.


El largo proceso de adoptar un hijo en otro país

Adoptar un hijo de otro país es un proceso largo y a veces complicado en España. El Gobierno de la comunidad autónoma es el encargado de hacer el seguimiento oportuno para que se cumplan las obligaciones establecidas en el Convenio de La Haya de 1993, para la protección de menores y la cooperación en materia de adopción internacional.

Especialmente, tiene el deber de constatar que los futuros padres son adecuados para adoptar. Debe asegurarse de que han sido convenientemente asesorados y de que el menor ha sido o será autorizado a entrar o residir permanentemente en el país.

Para solicitar la Adopción Internacional, es necesario que cumplan los requisitos establecidos en el artículo 175 del Código Civil: ser mayor de 25 años y tener entre 14 y 40 años más que el adoptado.

Desde luego, no fue la comodidad lo que primó en la decisión de Blanca Sobrini. Aunque le costó dar el paso de dejar atrás su cómoda vida de soltera sin hijos, dice que, a pesar del reto, nunca se ha arrepentido de nada.

“El precio del esfuerzo es minímo y lo recibido a diario es un verdadero tesoro”, afirma. No se cambiaría por nadie. Según cuenta, cuando te lanzas, el tiempo siempre da la razón y confirma que vale la pena, aunque todo lo que vale cuesta.

07 marzo 2005

Miró i Ardèvol: “Para operarse, a la cola; para abortar, barra libre; ¿existe mayor perversión?”

Ignasi Miranda

Josep Miró i Ardèvol denuncia las principales incoherencias de los gobernantes y reclama una nueva política de defensa de la vida, pensiones justas y sanidad de calidad para todos

Los discursos del gran acto celebrado este domingo 6 de marzo en Barcelona dibujaron un panorama de la situación en que se encuentra actualmente la sociedad española, especialmente la catalana, que es el ámbito en el que se mueve desde hace dos años el Pacto por la Vida y la Dignidad. Josep Miró i Ardèvol, presidente de E-Cristians y editor de ForumLibertas.com, denunció en su intervención las principales incoherencias de los gobernantes, y reclamó una nueva política de defensa de la vida, así como pensiones justas, un trabajo más decidido por la erradicación de la pobreza. En uno de los momentos fuertes, ejemplificó así la política sanitaria de la Generalitat: “Para operarse, a la cola; para abortar, barra libre; ¿existe mayor perversión?”. Como reflexión global, destacó que los participantes en el acto se reunieron “para afirmar en términos positivos los valores y las virtudes que comparten, así como para promover y defender las instituciones socialmente valiosas”.



Sobre la situación política, Miró i Ardèvol se refirió a la importancia de que se acabe, en el sistema español, con “las listas cerradas y bloqueadas que impiden la elección directa de los diputados”. No falto en sus palabras la autocrítica para denunciar que ha faltado presencia cristiana en la vida pública. “Hemos abandonado la calle y la plaza, hemos dejado de hacer oír nuestra voz y no hemos cumplido bien con el deber cívico que dice que, en una democracia, todos deben hacerse presentes”, explicó. También reclamor una apuesta social decidida por el matrimonio, la paternidad y la maternidad como base de todo. Sobre la nueva ley del divorcio que acaba de aprobar como proyecto el Gobierno, el presidente de E-Cristians denunció que “acaban de reinventar el repudio islámico. ¿A eso le llaman progreso?”.



Daniel Arasa, presidente del Grupo de Entidades Catalanas de la Familia (GEC), empezó recordando que, “hace unos meses, el primer consejero de la Generalitat, Josep Bargalló, dijo desde la Tribuna del Parlamento catalán que la familia era solamente un núcleo de cohabitación”. Como réplica a aquellas palabras, Arasa aseguró que la familia “es aquel lugar donde el niño es acogido y amado, aquel ámbito que más influye en la educación, el lugar donde es arropado y apoyado el hijo que se queda sin trabajo y donde la abuela cuida a sus nietos y está contenta aunque armen jaleo”. Y definió la institución familiar como “patrimonio de la humanidad”. Fue especialmente intenso el momento en que el periodista preguntó hasta tres veces al público si consideraban que su familia era un simple núcleo de cohabitación o si “consideraban que peras y tomates son lo mismo”. El “no” del público, entre aplausos, fue el gran punto de partida para la animación de las posteriores intervenciones. Finalmente, Arasa habló de la adopción para recordar que “no son ciertas las cifras que se dan sobre homosexualidad” y que “la sociedad no puede aceptar que sea lo mismo llevar a los hijos a colonias donde hay parejas homosexuales que llevarlos donde no las hay”.



Intervinieron 7 entidades en representación de todas



Por su parte, el presidente de Profesionales por la Ética de Cataluña, Ezequiel Miranda, recordó que el acto se celebraba en domingo, “un día muy importante para todos los que pensamos en cristiano”. En la misma línea, recordó que los actuales ataques a los católicos son “una especie de mobbing religioso, de acoso moral a toda manifestación cristiana que se produce en todos los ámbitos de la vida social”. Y denunció que ello es “fruto de un laicismo cada vez más presente y que se fomenta, en gran medida, desde nuestra clase gobernante”. Por otro lado, denunció que, “hoy en día, la maternidad es poco más que una enfermedad de transmisión sexual, cuando debería ser lo más grande que existe en la humanidad”. En tono más autocrítico, aunque también con críticas a la clase política, Ezequiel Miranda lamentó que, como consecuencia del franquismo, el importante sector social al que representaban los participantes en el acto “se ha convertido en un grupo absolutamente anestesiado, aletargado, dormido e inactivo”.



En representación de Médicos Cristianos de Cataluña, su vicepresidente Ferran García-Faria habló de la píldora del día después
http://www.aciprensa.com/vida/pildorads.swf para recordar que es abortiva aunque no se sepa en qué casos y que, en esta manifestación de la cultura de la muerte, “son responsables tanto los que prescriben el fármaco como las que lo toman y quienes facilitan su comercialización”.



Otro de los momentos fuertes del acto fue la intervención de Isabel Pérez, una esposa y madre de familia que vive en el barrio del Carmel y que se ha visto afectada por los hundimientos. “Desde hace días no puedo estar en mi casa, pero ahora puedo decir que, aquí, me siento como en casa”, dijo emocionada. Como representante de la comunidad cristiana de la zona, leyó un manifiesto hecho público por varias entidades el pasado 9 de febrero, coincidiendo con el inicio de la Cuaresma y del que ya se hizo eco nuestro periódico:
http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=2048. “En estos momentos, en el Carmel, no se están cumpliendo los principios básicos de respeto a la vida y la dignidad de las personas”, denunció en otro momento de su discurso.



Tras este testimonio, se reanudaron las intervenciones de los representantes de entidades. En nombre de la Federación de Asociaciones de Padres de Escuelas Libres, habló Teresa Roquet. Empezó afirmando que su colectivo “representa a más de 130.000 familias catalanas”, y a continuación argumentó sobre la necesidad de la existencia de una escuela concertada “que es complementaria en relación con la pública; nunca son modelos enfrentados”. También recordó que “la educación no es un servicio público, sino un derecho que tenemos todos”. Por eso concluyó que “no debe ser un monopolio de la administración” y que ésta “debe defender el carácter propio de cada centro”, así como “la libertad que tienen los padres de elegir una educación acorde con sus convicciones y creencias”.



Mercè Lajara, que se presentó como “una profesora que cree en la enseñanza pública”, se dirigió directamente a los gobernantes en su calidad de presidenta del Movimiento Cristiano de Maestros y Profesores. “Habría que buscar nuevas maneras para que las familias asuman sus responsabilidades educativas y aseguren una buena formación para ejercer como educadores”, explicó. En la misma línea, les preguntó se han planteado de verdad “el por qué del elevado fracaso escolar”, y les pidió que “no respondan superficialmente”. También mostró su sorpresa por el hecho de que el Gobierno español se haya planteado implantar una asignatura de educación para la ciudadanía. “¿No les parece suficiente la enorme labor que se realiza por la educación en valores desde la tutoría y desde las familias?”, preguntó.



Finalmente, la intervención de Maria Dolors Voltas, de la Asociación Pro Vida de Barcelona, se centró en las diferentes situaciones cotidianas en las que se producen, a veces inconscientemente por parte de todos, gestos a favor de la vida. “Cada una y cada uno hemos sido un embrión y hemos tenido una pequeña forma; pero más allá de la bioquímica, está la dignidad humana”, destacó. En otra de sus reflexiones, lamentó que “el derecho a la vida, en la práctica, haya quedado en este momento reducido a nada”.

La foto prohibida



La historia de esta foto...

Las controversias en torno a esta espectacular foto que muestra a un bebé de 21 semanas que desde el vientre materno toma el dedo del doctor que lo ha operado, dieron un nuevo giro, cuando la poderosa cadena Fox anunció que iniciará un proceso legal contra el periodista que intentó exhibirla.

La polémica se inició cuando el controvertido columnista de Internet Matt Drudge quiso presentar la foto en su programa nocturno en Fox y abandonó el set televisivo cuando los directivos le prohibieron mostrar la fotografía.

Ahora, Fox ha anunciando que está exigiendo a Drudge que presente alguna forma de excusa si no quiere perder su programa y enfrentar un proceso legal. El controvertido periodista, conocido mundialmente porque reveló el escándalo de Mónica Lewinski en su página web (una de las más visitadas de Internet), ha respondido, sin embargo, que es la Cadena la que debe disculparse por haber ejercido censura.

La amenaza le llegó oficialmente a Drudge y su agente, George Hiltzik, mediante una carta formal de Fox News. "Esperamos que él o sus representantes se dirija a nosotros con alguna forma de disculpa", dijo el director de Fox, Roger Ailes.

Según Fox, la decisión de no dejar que Drudge muestre la foto se debe a que hubiera sido "desorientadora" porque el periodista pretendía hacer una defensa de la vida con una foto que "en realidad es de una operación dentro del vientre y no de un aborto". "No se trató de censura, sino de una decisión editorial".

Pero Matt respondió que "se trata de pura y simple censura". "Yo expliqué que dejaría en claro de qué cosa se trataba la fotografía, pero que quería usarla como respaldo dramático para demostrar hasta qué punto un feto de 21 semanas está desarrollado". "Si hubiera mostrado la foto de un huevo de águila con el pollo asomando una pata, no me hubieran hecho ninguna crítica". "El problema es que se trata de un ser humano", dijo Drudge.

Más aún, entrevistado por el Philadelphia Inquirer sobre si presentaría una disculpa, Drudge contestó: "¿Disculpas? Aquí están mis disculpas: me disculpo profundamente a Fox por tener una mente libre. No entiendo a qué le tiene miedo Fox. Ellos son fetos sobredesarrollados que han caído en el pánico", agregó en su estilo controvertido.

Entrevista al Dr. Joseph Brunner, médico que realizó esta cirugía.

"NO VOLVERÉ A HACER UN ABORTO"

Tras realizar una cirugía intrauterina en Samuel, un feto de solo 21 semanas que se aferró a su mano, la vida cambió para el doctor Brunner. Hoy, quiere dar vuelta la página y abandonar viejas prácticas.

"El aborto en los Estados Unidos es legal y yo creo que es una opción muy personal, aunque desde que Samuel tocó mi mano nunca más podré realizar abortos en mujeres con niños que presenten malformaciones."

¿Cómo vivió el momento cuando Samuel tocó su mano?
Recuerdo que estábamos moviendo a Samuel dentro del útero, preparándolo para la cirugía y de pronto ...su mano salió del útero...Solo puedo decir que se produjo algo muy natural, como cuando cada ser humano presiente que otro ser humano le va a dar la mano y sencillamente la toma, la coge y eso hice...Sin pensarlo acerqué mi mano a la suya. ¡Fueron solo unos instantes porque, me di cuenta de que tenía que seguir operando ...(se ríe). Si no hubiéramos operado a Samuel, habría estado condenado a morir..."

¿Le ha ocurrido algo similar con las otras operaciones?
¡Fue un momento tan personal, los sentimientos que surgieron en mí son muy íntimos! En cada operación se produce algo muy especial con el feto, porque sus padres me dicen cuanto lo desean, lo quieren y durante la operación yo tengo su vida en mi mano, en la palma de mi mano. A veces, los padres me dan mensajes, me dicen cosas que les gustaría decirles a su hijo.

¿Qué posibilidades tiene Samuel de tener una vida normal?
Bueno, Samuel aún no nace; hicimos la operación en agosto y ahora(*) tiene 36 semanas de gestación y probablemente lo traeremos al mundo pronto; creo que a fines de la próxima semana.
Esperamos que Samuel sea capaz de caminar, quizas durante los primeros tiempos necesite algún tipo de soporte o ayuda ortopédica. Realmente esperamos que pueda tener una larga y feliz vida."

Samuel Alexander Armas es el feto más pequeño que ha sido operado hasta ahora. Padece de una anomalía llamada espina bífida, que tiene un orígen aún no determinado, pero que deja la columna vertebral abierta, lo que inevitablemente daña la médula espinal. Por lo general los niños quedan inválidos. La nueva técnica permite sacar un feto del útero materno, operarlo, reinsertarlo e introducir el útero nuevamente en la madre.

"Una de los impactos de esta nueva técnica es que agrega una nueva perspectiva al tema del aborto. En mi país y creo que en casi todos los países donde el aborto es legal, el feto no tiene derechos legales ni identidad, pero con esta nueva técnica quirúrgica estamos desafiando esos conceptos. ¡Si un médico puede diagnosticar y tratar un feto, eso lo convierte en un paciente! Y si el feto es un paciente, entonces, es una persona...Y las personas tienen derechos y privilegios y un status legal" planteó el especialista. A su juicio, la nueva técnica reabre un dilema para la sociedad.

(*) La cirugía se realizó en agosto de 1999 y la entevista poco tiempo después.

En los últimos dos años, hemos salvado 32 vidas de niños inocentes

Carta de Araba...

Mi organización dedicada a la crisis de embarazo ha funcionado por 2 años. El centro lo llevamos mi madre y yo. Mi razón para empezar este centro es porque cuando estaba embarazada de mi último bebé, fui a una clínica de abortos en Atlanta con la intención de abortar a Alexa. Sentí que no tenía a quien acudir. Ya tenía dos hijos y mi esposo nos abandonó. Yo sentí que no había forma de mantener a otro hijo. Estaba en una profunda depresión y yo odiaba Alexa porque la culpaba de que mi ex esposo nos abandonara tan abruptamente luego de que le dije que estaba embarazada otra vez.

Estaba herida y avergonzada. Por la primera vez en mi vida, tuve que acudir a la ayuda social. Definitivamente tenía que deshacerme de este niño. Fui a la clínica, pague dinero y me senté a esperar. Había tantas mujeres que estaban antes de mi, quienes estaban allí con el solo propósito de pagar a alguien para aspirar la vida de alguien a quien habían creado. Alguien que era tan parte de ellas como ellas mismas. Mujeres que probablemente se sentían tan desesperadas como yo y no tenían a quien acudir.
Me encontré con una mujer llamada Verónica quien estaba embarazada de 8 meses. ¿Como podía alguien llevar a un niño por tanto tiempo y luego asesinarlo? Ni siquiera sabía que el aborto era posible con el embarazo tan avanzado. Escuché la historia de Verónica y me deshice en llanto. Esto era tan natural como control natal para ella. Este era su cuarto aborto. ¿Como podía yo vivir conmigo misma si mataba a mi hijo? ¿Como sobreviviría mi familia si no lo hacia?

No es necesario decir que estaba llorando tan fuerte que salí para tomar aire. Allí es donde conocí a Kathleen. Kathleen trabaja en un Centro de crisis de embarazo llamado Mujer por Mujer. Ella me habló y me ayudó a darme cuenta de que no tenía ningún derecho de decidir si mi bebé debía vivir o morir. Mi bebé estaba allí y era mi responsabilidad como mujer, como madre y como ser humano el traerlo al mundo. Kathleen me mostró que había esperanza y ayuda para mi, mi familia y mi bebé. Mujer por Mujer hizo mucho por mi. Me asistieron financieramente, me dieron todas las cosas que necesitaba para mi nuevo bebé. Incluso me dieron ropas para mis otros niños. Estaban a más de 3 horas de mi casa pero vinieron a ayudarme. Le debo a Kathleen la vida de mi hijo.

Sin embargo hay otra razón para empezar el centro. Mi madre está curándose de una depresión por un aborto. Cada año cerca de la fecha del asesinato de mi hermano o hermana, mi madre se deprime y llora mucho. Mi hermanita tuvo un aborto cuando yo estaba embarazada de Alexa. Alexa nació en Septiembre, y su hijita debía nacer en Diciembre. Los abortistas tuvieron la cara dura de decirle a Erica que había una niña pequeña en su útero, en la clínica de abortos. Mi hermana me dijo que ella quería arrepentirse a ese punto, pero estaba asustada. Mi sobrina y mi hermano están muertos ahora por las manos de asesinos en serie. Tanto mi madre como mi hermana dicen que estaban bajo la idea de que el bebé no era un bebé. Les dijeron en la clínica de abortos que solo era una masa de sangre creciendo dentro de ellas en ese momento. Eso es lo que pensé también yo, antes de enterarme de la verdad.

En los últimos dos años, hemos salvado 32 vidas de niños inocentes. Sé que el número es pequeño, pero si puedo salvar solo una vida inocente, sé que tengo un propósito.
Araba Burke

Historia de Sonia...

La experiencia de mi amiga Sonia, es desgarradora. A ella le practicaron un aborto de su primer embarazo, cuando era muy jóven... nunca lo pudo olvidar.

Años después tuvo un segundo embarazo y debido a su desesperación, nuevamente pensó en "suprimirlo". Aunque recordaba lo traumatizante de su primera experiencia y esto la detenía un poco, tenía mucho miedo porque estaba completamente sola y pensaba que no podría hacerse cargo de su hijo. No sabía que hacer, contempló la posibilidad de darlo en adopción, pero también esta idea no la convencía. Sin embargo, pensó que en este caso realmente sería lo mejor para su bebé.

Finalmente, por cosas del destino, se enteró de la ayuda que brindaba un Centro para la mujer embarazada de una organización provida de Sonora y acudió buscando orientación.
Ahí conversaron con ella y hasta se hizo de buenas amigas. Ya nunca mas sintió que estaba sola... Se sintió acogida con amor y respetada. Al analizar algunas de las alternativas que ahi le brindaron, decidió irse a una casa hogar de Guadalajara. No sabía con certeza si daría a su bebé en adopción o lo conservaría a su lado, pero sabía que el irse un tiempo a estar a solas consigo misma y con gente que buscaba ayudarla, le serviría para pasar el resto de su embarazo con tranquilidad.

En aquella casa hogar, le dieron de forma gratuita alojamiento, comida, servicio médico y sobre todo un ambiente de amor y solidaridad. Allá, con ayuda de gente de buena voluntad, venció su miedo y finalmente decidió quedarse con su hija. A la fecha esta niña tiene ya tres años, está al lado de su madre, Sonia, que la adora y no se arrepiente de haber tomado esta desición aún con las situaciones mas adversas, las cuales, una a una, han ido superando juntas.

Sonia escribió unas palabras, basándose en su propia experiencia, que me pidió compartir con ustedes cuando le comenté de esta página:

" Abortar es arrancar, matar sin piedad. No solo arrancarán la preciosa vida que late dentro de tí, te despojarán de instinto maternal, amor y sensibilidad, jamás volverás a sentirte ni a sentir igual. Cuando escuches como rompen lo huesos de tu bebé para sacarlo, algo dentro de tí también se romperá. Crecerá dentro de tí un odio que te pudrirá y donde quiera que voltees verás madres abrazando a sus bebés o niños corriendo y gritando felices y nunca podrás perdonarte... Soñarás el cadaver mutilado de tu bebé inocente flotando en un charco de sangre. El sonido de sus huesitios se convertirá en un escalofrío que te sacudirá cada vez que escuches el llanto de un bebé. En tus manos está, mujer, el vivir esta agonía o evitarla... No sufras innecesariamente."

".. En el momento que contemples el rostro de tu bebé al salir del quirófano olvidarás cualquier contratiempo del pasado. Ese bebé te enseñará a amar, perdonar y hasta sonreir y besar. Tal vez dudes del amor de Dios y no creas poder con el paquete tu sola, puedes en ese caso darlo en adopción a una familia que estará facinada de sentir sus manitas, de escuchar sus pasitos corriendo a encontrarlos y de recibir todo el amor que un niño es capás de regalarte.... Eso significará que ya no tendrás responsabilidades pero tampoco privilegios y que jamás volverás a contemplar su sonrisa. Si decides quedarte con tu bebé y buscar la forma de salir adelante, pidele a Dios que te ayude y Él encontrará la mejor manera de hacerlo, habrá dificultades y a veces te deseperarás pero poco a poco saldrás adelante, tienes que ser muy valiente, mujer, y cuando mires a tu bebé y contemples la inocencia de su mirada y la ternura de su sonrisa, te darás cuenta de que todos tus sacrificios han valido la pena . "

04 marzo 2005

«No aborté de mi hija, con espina bífida, a pesar de la insistencia de los médicos»


Mariana Moncasi cuenta a LA RAZÓN las peripecias que tuvo que sortear para seguir con el embarazo

La reciente ampliación de la ley del aborto propuesta por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero vuelve a poner en el candelero de la opinión pública la confrontación entre la cultura de la muerte que impera en gran parte de Europa o el de la vida que defiende, entre otras instituciones, la Iglesia católica. Mariana Moncasi no quiso abortar a su hija hace cuatro años a pesar de la recomendación médica por tener «la malformación de la espina bífida». Después del nacimiento de su hija, Mariana es feliz al haber decidido apostar por la vida de su niña en contra del parecer médico.

La pequeña Mariana, de cuatro años, en los brazos de su madre

Gonzalo de Alvear
Zaragoza- Hace cuatro años que a Mariana Mocasi le diagnosticaron que el bebé que esperaba tenía espina bífida, un defecto que consiste en que la columna no se cierra totalmente y a través de ese hueco la médula se sale, lo que provoca disfunciones en el aparato locomotor, úteres y cabeza. «Cuando eso ocurrió, mi ginecólogo me dirigió a la sanidad pública, concretamente al Hospital Infantil de Zaragoza, ya que los medios que tienen son superiores y estamos hablamos de ginecología de alto riesgo». «En las reuniones preliminares –cuenta Mariana– los médicos no solamente me ofrecieron la posibilidad de abortar, sino que me hicieron sentir culpable por decidir seguir adelante con mi embarazo, tachándome de inconsciente y de frívola. No me respetaron en absoluto. Fue un acoso que supongo se debió a que ellos se buscaban evitar posibles problemas posteriores como demandas o casas así». Mariana cuenta su experiencia con esos médicos con gran indignación: «Lo cierto es que cada vez nacen menos niños con este u otros problemas. Me pareció una muestra de sadismo nazi disfrazado con el uniforme de la progresía que dice “todo el que me molesta, fuera”. Así que decidimos mi marido y yo tenerlo en un hospital privado e inmediatamente después de nacer lo trasladamos a la sección de Pediatría del Hospital Infantil en donde atendieron a la niña maravillosamente». Mariana nunca tuvo ninguna duda de que su hija era un ser humano. «Notaba sus patadas, a pesar de todo lo que me decían algunos médicos. La quería antes de nacer y además tengo la fe que llevaba una vida en mis entrañas que no me pertenece, una niña con derecho a nacer, a pesar de los problemas con los que venía». «El nacimiento de la niña sirvió para que mi marido y yo –dice Mariana– nos uniéramos muchísimo más; nos ha hecho mejores personas, más humanos, más sensibles incluyendo a su hermano». Sus familias y gran parte de sus amigos también les apoyaron incondicionalmente, además de la «Asociación de Espina Bífida» de Madrid. «Hay que tener muy en cuenta que el problema tiende a magnificarse en el comienzo pero con el tiempo te das cuenta que no es tan tremendo como te lo pintaban y te haces con él. Fundamental ha sido educar a la niña en que siempre debe superarse pero que sus esfuerzos siempre tienen una recompensa», señala Mariana. Y gracias a este esfuerzo, la pequeña Mariana camina y corretea, aunque sea con fédulas, y hasta esquía y es la segunda de su clase. Una bofetada moral en la cara a los médicos que quisieron acabar con la vida de esta pequeña. (Más información de la Asociación de la Espida Bífida : 91 563 0 448).

03 marzo 2005

«Un hijo para la eternidad»


Entrevista con Isabelle de Mézerac, madre de un niño fallecido poco después de nacer

PARÍS, miércoles, 2 marzo 2005 (ZENIT.org).- ¿Qué sucede cuando una madre sabe que el hijo que lleva en sus entrañas está enfermo y morirá con toda probabilidad poco después de nacer?
A esta dramática pregunta responde en el libro «Un hijo para la eternidad» (Edicioines Rialp, 2005) Isabelle de Mézerac, madre de otros cuatro hijos.
La contraportada del libro dice: «Nuestro Emmanuel nació a las 11.18. Su corazón dejó de latir a las 12.30. ¡Cuánta emoción en una vida tan corta! ¡Qué intensidad en esos minutos que tienen valor de eternidad!»
--¿Por qué ha decidido publicar un libro sobre su experiencia?
--Isabelle de Mézerac: He aceptado escribir la historia de nuestro pequeño Emmanuel a petición de los médicos del Hospital Universitario de Lille, donde fui atendida. Sin su insistencia, nunca hubiera pensado en sacar esta historia de nuestro círculo familiar. Junto al médico que me ha acompañado durante el embarazo y que ha participado en el libro, el doctor Jean-Philippe Lucot, queremos mostrar que hay otro camino que el del aborto en caso de enfermedad letal diagnosticada a un bebé que todavía no ha nacido. Es la opción de acompañar esta pequeña vida hasta su ocaso natural. En este contexto de fin de vida, ciertamente es un camino doloroso, pero puede vivirse serenamente, tomándose el tiempo de amar a este pequeñito y construir recuerdos juntos.
--¿Ha conocido otros casos como el suyo, en los que las madres han decidido hacer que nazca su hijo?
--Isabelle de Mézerac: Tras la publicación del libro, me he encontrado con numerosas mamás que han hecho o están haciendo la misma opción: todas me confirman que experimentan los mismos sentimientos descritos en el libro, independientemente de su edad o situación personal. No soportamos el que se piense que hemos hecho esta opción porque somos católicos: es simplemente la expresión de nuestro amor maternal por los pequeños. De hecho, me he encontrado con mamás ateas que no han tenido la posibilidad de tomar esta opción y que les hubiera gustado hacerlo, para poder escoger el vivir este acompañamiento hasta el final.
Para mí fue una prueba de fe, pues vivía en mi propia carne la confrontación con la muerte, con el más allá, con la eternidad… ¿Qué sentido sentido tienen estas palabras? ¿Qué es la fe?
--¿Por qué piensa usted que este quinto niño llegó tan tarde, teniendo usted 45 años, cuatro hijos y después de dos embarazos fracasados?
--Isabelle de Mézerac: No sé cómo responder a su pregunta. La llegada de Emmanuel, justo antes de que fuera demasiado tarde para mí, sigue siendo algo totalmente incomprensible, incluso misteriosos. Esperamos durante mucho tiempo a este quinto hijo…Me ha enseñado a no decir nunca «jamás»…
--El nombre Emmanuel («Dios con nosotros»), ¿fue decidido antes de su nacimiento?
--Isabelle de Mézerac: El nombre de Emmanuel fue escogido unos meses antes de su nacimiento, después de que tuvimos conocimiento de la terrible enfermedad que le aquejaba. ¡Varios de la familia tuvimos la misma intuición por este nombre!
Para mí, no significaba «Dios con nosotros», sino que representaba más bien al hombre más pequeño entre los pequeños, el más pobre entre los pobres, como era el caso de mi bebé por nacer, pues estaba enfermo e iba a morir. Entonces pensé en el Emmanuel, nacido hace dos mil años en un establo, entre los más pobres…
--¿Qué testimonio les ha dejado el pequeño Emmanuel?
--Isabelle de Mézerac: Al hacerme vivir una extraordinaria historia de amor, Emmanuel me enseñó la belleza de la vida y la posibilidad que representa. Me ha enseñado la potencia de este amor gratuito, entregado de todo corazón y sin pedir nada a cambio: me ha permitido descubrir la plenitud y esto me ha hecho profundamente feliz, a pesar de que todavía hoy sigo llorando por su ausencia.
Gracias a él, he descubierto los límites de nuestro mundo, mi fragilidad y la inmensa necesidad que hemos descubierto: la vida es relación con los demás, nos hace responsables de esta relación, sobre todo cuando el otro se acerca a las orillas de la muerte.

Inconveniencia del aborto en los casos de violación


  1. Introducción
  2. La opción materna
  3. Razones para no abortar
  4. El valor de amar a un hijo cuyo cuerpo siempre será parcialmente moldeado por genes del violador
  5. Preventa, venta y postventa del aborto
  6. Problemas culturales
  7. Asociación entre aborto y asalto sexual
  8. Casos y motivos
  9. Cuando la violación es incestuosa
  10. Habla un ex--feto cuyos genes son por mitades de su madre y de un violador
  11. Referencias

1. Introducción

"¿Cómo pueden negarle un aborto a una niña de doce años que ha sido víctima del incesto?" se queja un indignado partidario del aborto obligatorio en estos casos. "Y cómo puede creerse uno mismo buena persona si fuerza a la víctima de una violación a que dé a luz al hijo del violador?" Pese a su excesiva vivacidad, son estos desafíos los que plantean comunmente el tema. Pero son preguntas emocionalmente cargadas, y a menudo no están diseñadas para el análisis, sino para (1) detectar y refutar "insensibles amantes de fetos" o, (2), con una ética inconsistente, permitir el aborto en algunas circunstancias, pero no en otras.

Desafortunadamente, muchas personas tienen dificultad en analizar estos argumentos porque la cuestión de los embarazos por asalto sexual es algo ampliamente incomprendido. Típicamente, ambos lados del debate presumen que las mujeres que llevan un embarazo debido a asalto sexual querrían un aborto y que el aborto las ayudaría a recobrarse del asalto, de alguna manera. ¿Cómo "gente buena" no va a ayudarlas a abortar? Así, las personas que valoran la vida incipiente aparecen en la posición incómoda de sostener que la santidad de su vida es más importante que las necesidades de las víctimas de asaltos sexuales, cuyo sufrimiento todos tendemos a sentir como si fuera propio.

2. La opción materna

Pero el vínculo madre-hijo es de tal naturaleza que en realidad el bienestar de la madre y del niño nunca están en conflicto. Ni siquiera en casos de asaltos sexuales se oponen. Tanto la madre como el niño son ayudados al no perpetuar la violencia, preservando la vida del bebé.

La razón por la que la mayor parte de la gente llega a la conclusión equivocada acerca del aborto en casos de violación e incesto es que, demasiado a menudo, se dejan de lado las verdaderas experiencias de las víctimas de asalto sexual que quedaron embarazadas. Mucha gente, incluyendo las víctimas de asalto sexual que no fueron embarazadas, se ha formado opiniones basadas en prejuicios y temores, opiniones desconectadas de la realidad.

Por ejemplo, se asume comúnmente que las víctimas de violación que quedan pregnantes querrían naturalmente tener abortos. Pero en un estudio importante de víctimas embarazadas de violaciones en EE.UU. se encontró que 75 a 85 por ciento escogieron *contra* el aborto (Mahkorn 1979).

Esta evidencia y los estudios posteriores debería hacer que la gente se detenga y reflexione sobre la presunción de que el aborto es deseado o incluso que es lo mejor para las víctimas del asalto sexual.

3. Razones para no abortar

Muchas razones se explicitan para no abortar. Primero, aproximadamente el 70 por ciento de todas las mujeres creen que el aborto es inmoral.

Aproximadamente el mismo porcentaje cree que el aborto sería otro acto de violencia perpetrado contra sus cuerpos y sus hijos.

Segundo, muchas distinguen el cuerpo del niño, formado a medias del violador y de la madre, del alma del niño que no proviene de esos genes. Esta profunda comprensión es especialmente fuerte fuera de la cultura angloamericana, en la que ha crecido mucho la leyenda, propagada a veces con apariencia de rigor científico, de que los genes fabrican a la persona como las instrucciones para armar un mecanismo fabrican a éste. En otros países esa leyenda académica todavía no ha penetrado, o ha penetrado mucho menos, aunque muchas películas cinematográficas y el periodismo la repitan; y el alma del niño sigue reconociéndose como una realidad distinta de las condiciones mentales que le provee la mezcla genética de su cuerpo.

Muchas mujeres también creen que la vida de sus niños tiene un significado intrínseco o un propósito que ellas aún no entienden. Este niño fue traído a sus vidas por un acto horrible, repulsivo. Pero ellas perciben que esto no quita que tal vez Dios, o el destino, vaya a emplear a los niños para un propósito más grande. El bien puede venir de un mal.

Tercero, las víctimas de un asalto sexual muchas veces se vuelven introspectivas y "rumian" largamente sus pensamientos. Reflexionan mucho sobre sí mismas y su nueva condición de violadas embarazadas. Su sentido del valor de la vida y el respeto a otros se hace mayor. Ellas han sido victimizadas, y les es repulsiva la idea de que se pueden volver verdugo de su propio e inocente hijo a través del aborto.

En cuarto lugar, al menos a un nivel inconsciente, la víctima puede sentir que si ella puede superar el embarazo habrá conquistado la violación. Al dar a luz, ella recobrará algo de su autoestima perdida.

4. El valor de amar a un hijo cuyo cuerpo

siempre será parcialmente moldeado por genes del violador

Dar a luz, especialmente cuando la concepción no fue deseada, es un acto totalmente desinteresado, un acto generoso; un despliegue de coraje, fuerza y honor. Es entendido por la víctima como la prueba de que ella es mejor que el violador. Mientras él fue egoísta, ella puede ser generosa. Mientras él destruyó, ella puede brindar cuidados.

Si, así, dar a luz mejora el auto-respeto, ¿qué ocurre al abortar? Esta cuestión muchas personas no la consideran. En vez de ello, la mayoría de la gente asume que un aborto al menos ayudará a la víctima de violación a dejar atrás el asalto y continuar su vida. Pero al saltar a esta conclusión, se está adoptando un punto de vista no realista respecto al aborto.

El aborto no es una cirugía mágica que corre el tiempo hacia atrás y hace que una mujer se "desembarace". En vez de eso, es un evento real hacia adelante que siempre es gravemente tensionante y muchas veces traumático. Una vez aceptado que el aborto es en si mismo un evento con ramificaciones en la vida de una mujer, entonces debemos mirar cuidadosamente a las especiales circunstancias de una víctima de violación embarazada.

5. Preventa, venta y postventa del aborto

¿Podrá un aborto en verdad consolarla, o sólo causará más dolor a su ya golpeada psiquis? Para contestar esta pregunta, ayuda empezar notando que muchas mujeres informan que sintieron sus abortos como formas degradantes y brutales de violación médica (Francke 1978, Reardon 1987). Esta asociación entre aborto y violación no es difícil de entender. El aborto involucra un examen doloroso y manipulación de los órganos sexuales de una mujer por un extraño enmascarado que está invadiendo su cuerpo y llega más adentro que el mismo violador.

Una vez que la víctima del asalto sexual se encuentra en la tabla de operaciones, ella pierde nuevamente el control sobre su cuerpo. En la práctica, si protesta y pide al aborcionista que se detenga, probablemente se la ignorará y se le dirá "Es demasiado tarde para que ahora cambie de opinión. Esto es lo que en un momento anterior quería. Tenemos que terminar." Y mientras ella yace ahí tensa y desvalida, la vida escondida dentro de ella es literalmente succionada fuera de su útero, y aunque la madre dude o incluso cambie de opinión su voluntad es violada nuevamente. ¿La diferencia? En un asalto sexual, a una mujer le roban su pureza, en esta violación médica a ella le roban su maternidad.

Todo sabemos que, en realidad, la propaganda para que aborte se parece mucho a la que busca vendernos algún aparato innecesario, como tal vez un teléfono celular o un televisor. Todos conocemos cómo, al consultar por estos aparatos, se nos trata de inducir a la compra y a concretarla antes que nos arrepintamos. Lo mismo pasa con el aborto, sea pagado privadamente o por alguna institución al abortero. A la madre se le presenta su hijo como sucio o sidoso o "futuro criminal como su padre" y se ocultan sus imágenes y las informaciones acerca de su existencia personal – igual que la de la madre – y el dolor que se le infligirá para matarlo o para hacerlo arder vivo inyectando sal (que actúa sobre toda su humectada piel tal como al aplicarla dentro de nuestra boca, ano o vagina) en el líquido que lo baña.

6. Problemas culturales

Sobre todo, no se comenta que el niño es una existencialidad irremplazable, que el universo todo sería distinto si no existiese. La cultura que supone a la gente creada por sus genes es ciega para ver qué es lo que hace a cada persona distinta de cualquier otra.

No se trata de las diferencias del cuerpo, ni de la biografía, ni de las circunstancias históricas, sino de ser otro. Como el idioma se formó en esa cultura y no desarrolló palabras claras para distinguir una existencialidad personal de otra, a la gente se la distingue por marcas corporales (huellas digitales, ADN, etc.) o mentales (memorias, hábitos, etc.) y hasta algunos académicos confunden esas marcas con la persona. Así David Hume decía que la identidad personal es provista por las memorias (no se daba cuenta que para tener memorias ya hay que ser una persona en vez de otra), George H. Mead definía persona como lo "que se crea cuando uno comprende qué esperan de uno los demás", y no pocos desinformados confunden personeidad (ser persona) con personalidad (tener tal o cual estilo de obrar). Otros confunden la identidad personal con su reconocimiento y así creen que la identidad personal se adquiere cuando los jueces y abogados reconocen que una persona es, por ejemplo, el hijo desaparecido de otra.

Muy lejos de ello, uno no es otro debido a su propia constitución existencial, es decir al acto de ser que le da realidad haciéndolo aparecer en el cuerpo y circunstancias en que apareció, y no en ninguna de las otras posibilidades del universo.

Pero la cultura, o ideas de la sociedad, no ayuda para explicarle esto a la víctima de violación que va a ser madre. Mucho menos le interesa a los abortistas darle valor a estas consideraciones fundamentales. Las despreciarán, si es que llegan a oirlas, sin entenderlas pero percibiendo que van contra su negocio. La víctima de violación no tendrá la menor oportunidad de entenderlas, menos de apreciarlas o de tomarlas en serio.

7. Asociación entre aborto y asalto sexual

Esta asociación sentida entre aborto y asalto sexual es muy fuerte para muchas mujeres. Es especialmente fuerte para las mujeres tuvieron un asalto sexual, esté o no la mujer embarazada como resultado del asalto (Zakus 1987). Esta es sólo una razón por la cual las mujeres con historia de asalto sexual tieden a experimentar durante y después del aborto una angustia mucho mayor que las otras mujeres que abortan.

Además, después de cualquier aborto es común para las mujeres el experimentar culpabilidad, depresión, sensaciones de estar "sucia", resentimiento contra los hombres, rechazo a toda revisación íntimas y autoestima muy disminuída. Esas sensaciones son idénticas a las que las mujeres sienten típicamente tras su violación.

El aborto, entonces, solo acentúa y se suma a las sensaciones traumáticas asociadas con el asalto sexual. Más que eliminar las cargas psicológicas de la víctima de asalto sexual, el aborto se añade a ellas.

8. Casos y motivos

Esta es la experiencia de la joven universitaria J. B., quien informa: "Pronto descubrí que las consecuencias de mi aborto continuaron mucho después que el recuerdo de mi violación se había desvanecido. Me sentí vacia. Horrible. Nadie me previno acerca del dolor interno; nadie me dijo que me causaría pesadillas y profundas depresiones. Tan solo me dijeron que después del aborto podría continuar mi vida como si nada hubiera pasado." Tampoco nadie le dijo nada acerca de que, al ir madurando, ella podría adquirir mejor comprensión de la vida y ver su acción como el asesinato de su hijo con motivo de que la mitad de los genes en su cuerpecito provenían de un violador a través de su acto criminal.

Esta comprensión llega, en muchos casos, cuando el asesinato del niño es ya irreparable, y la madre comienza a ponerse en el lugar de su hijo y a imaginar como podría haber sido su crianza, al comprender que las personas son irremplazables y que ningún nuevo niño podría substituir la existencia y existencialidad del otro.

Los que alientan el aborto muchas veces lo hacen porque se sienten incómodos en tener que tratar con víctimas de la violación, o tal vez por prejuicios contra las víctimas a quienes no pocas veces ven como "culpables por dejar que les sucediera." El deshacerse del embarazo es una forma de esconder el problema.

Deshacerse del embarazo es el camino "rápido y sencillo" de evitar el tener que enfrentar las verdaderas necesidades emocionales, sociales y financieras de la mujer y del niño por nacer, especialmente en los poco casos en que es, además, enfermo. (Estadísticamente, la proporción de bebés con patologías no es diferente entre los hijos nacidos por violación o por coito deseado). El verdadero motor del aborto por violación está en su mayor parte fuera de las madres violadas.

De acuerdo a K. de Z., "He sobrevivido la violación y también he criado a un hijo "concebido en una violación", dando y recibiendo profundísimo afecto. Me siento personalmente asaltada e insultada cada vez que escucho que el aborto debería ser legal en caso de violación e incesto. Siento que somos usadas por los intereses aborcionistas para promover el aborto, incluso a pesar de que no nos han pedido que demos nuestra opinión."

9. Cuando la violación es incestuosa

El argumento contra el aborto de embarazos por incesto es aun más fuerte.

Los estudios muestran que las víctimas de incesto raramente acceden en forma voluntaria a un aborto (Maloof 1979). En vez de ver el embarazo como indeseado, es más común que la víctima de incesto vea el embarazo como una forma de detener la relación incestuosa, porque el nacimiento del hijo expondrá a la luz pública la actividad sexual.

Es más probable que ella también vea el embarazo como una esperanza de tener un hijo con quién establecerá una verdadera relación afectiva, una muy diferente de la relación de explotación en la cual se encontraba atrapada.

Pero mientras las víctimas de incesto pueden atesorar su embarazo porque ofrece una esperanza de liberación, y la esperanza de encontrar amor, su embarazo es una amenaza para el abusador incestuoso.

También es una amenaza para el secreto patológico que puede incluir a otros miembros de la familia, quienes están asustados de reconocer o de que se sepa que el abuso está ocurriendo. Ya que esta es una amenaza doble, las víctimas pueden ser obligadas a un aborto no deseado tanto por parte del abusador como de otros miembros de la familia, aunque ella misma, en sus circunstancias, pudiera desearlo o lo desee.

Un caso típico es el de E. Y., víctima de incesto de doce años de edad que fue embarazada por su padrastro y escribe, veinticinco años después del aborto de su hijo: "Al pasar de los años he estado deprimida, suicida, furiosa, ultrajada, sola, y he resentido mucho la pérdida... El aborto que iba a ser por "mi mejor interés" no lo fue. Solo salvó sus reputaciones, resolvió sus problemas, y permitió que sus vidas continuaran alegremente... Mi hija... ¡cómo extraño a mi hija! La extraño sin importarme la causa de su concepción."

Los proveedores de abortos ignoran esta evidencia y se no se molestan en preocuparse por menores que se presentan para abortos provenientes de coerción o incesto. Tales "empresarios biomédicos" están en realidad contribuyendo al abuso de jóvenes y niñas. No solo están robándole a la víctima su hijo; están escondiendo el crimen, incitando al perpetrador, y devolviendo la víctima al abusador de forma que la explotación continúe.

10. Habla un ex--feto cuyos genes son

por mitades de su madre y de un violador

Finalmente, debe reconocerse que los niños concebidos a través del asalto sexual también tienen una voz que merece ser escuchada.

Julie Makimaa es uno. Con su cuerpo concebido en un acto de violación y su existencialidad creada, como todas, distinta (aquello que la cultura apenas permite advertir) pero no por sus circunstancias sino por lo mismo que sostiene a éstas, y constituída como surgiente en ese cuerpo y no en ningún otro, Julie trabaja diligentemente contra la percepción de que el aborto es aceptable o incluso necesario en casos de asalto sexual. Mientras que es compasiva respecto al sufrimiento de su madre en manos de su atacante y después, Julie también está muy orgullosa de su valor y generosidad. Tal podría haber sido, también, el caso del presente lector.-

Referencias

1. Mahkorn, "Pregnancy and Sexual Assault," The Psychological Aspects of Abortion, eds. Mall & Watts, (Washington, D.C., University Publications of America, 1979) 55-69.

2. Francke, The Ambivalence of Abortion (New York: Random House, 1978) 84-95, 167.

3. Reardon, Aborted Women - Silent No More (Chicago: Loyola University Press, 1987), 51, 126.

4. Zakus, "Adolescent Abortion Option," Social Work in Health Care, 12(4):87 (1987).

5. Maloof, "The Consequences of Incest: Giving and Taking Life", The Psychological Aspects of Abortion (eds. Mall & Watts, Washington, D.C., University Publications of America, 1979) 84-85.

D. Reardon

reardon@operamail.com

02 marzo 2005

El «síndrome post-aborto» dispara los intentos de suicidio

Siete de cada diez parejas que se someten a esta práctica terminan en ruptura

El «síndrome post-aborto» conlleva angustia, sentimiento de culpa y depresión

José Antonio Méndez
Madrid- Angustia, ahogo, sentimiento de culpa, insomnio, depresión, aislamiento, agresividad, llanto, nerviosismo, agotamiento, alcoholismo, autolesiones, intentos de suicidio... Si estas patologías le parecen llevaderas, añádale todo un calvario de problemas en sus relaciones personales que, probablemente, terminarían con su noviazgo o matrimonio, le provocarían disfunciones sexuales y quizá hasta la pérdida de su empleo.
No se trata de los desvaríos psicológicos propios de una esquizofrenia, sino de los efectos comprobados del llamado «síndrome post-aborto» que, según ha denunciado la presidenta de la Asociación de Víctimas del Aborto (AVA), Carmina García-Valdés, cada vez está más extendido en nuestro país y que ha disparado los intentos de suicidio en las madres. Algo estrechamente ligado al aumento de interrupciones del embarazo que se han producido en España en los últimos años: las cifras más recientes, de 2003, hablan de 80.000 abortos en todo el territorio nacional.

Estigmas de por vida. «El aborto no soluciona nada, al contrario, origina en las mujeres una angustia y un gran sentimiento de culpa» declaró García-Valdés a la agencia ACI. Pero ahí no terminan los padecimientos. Según la AVA, los efectos que causa el aborto en las madres que lo practican se convierten en estigmas que las acompañan durante casi toda su vida. Entre los síntomas figuran la depresión, la incapacidad de concentración, el desinterés y el aislamiento, el insomnio, las pesadillas, una traumática incapacidad para manifestar los sentimientos y una sensación de ahogo prolongado.
Y aún hay más. El «síndorme post-aborto» conduce a quienes lo sufren hacia el alcoholismo, la bulimia o la anorexia, el agotamiento, el nerviosismo y crisis de histeria y agresividad. Amén de provocar frigidez, disfunciones sexuales, maltrato doméstico y autolesiones, según AVA. Aunque lo que realmente preocupa a las asociaciones pro-vida son los planteamientos de suicidio. «Un 60 por ciento de las mujeres que abortan albergan ideas suicidas y un alarmante 28 por ciento intenta suicidarse al menos en una ocasión», confirma García-Valdés.

Las otras víctimas. «La primera víctima del aborto es, por supuesto, el niño no nacido. Pero las segundas son las madres y los padres que no tuvieron información suficiente de las consecuencias de ese acto ni de las alternativas y ayudas que existen para no abortar», asegura la presidenta de la Asociación de Víctimas del Aborto.
Y es que la práctica abortista suele conllevar posteriormente la ruptura de hasta el 70 por ciento de las parejas que se someten a ella. Algo que hunde sus raíces en los problemas de comunicación, las disfunciones sexuales y la «baja autoestima y mayor desconfianza» que se suceden tras un aborto. Sentimientos que se pueden trasladar al resto de ambientes: «el aborto se vincula de forma significativa con un riesgo añadido de abuso del alcohol, tabaquismo, conductas violentas, divorcio o separación, accidentes de tráfico y pérdida del puesto de trabajo», según García-Valdés. Toda una tragedia humana que hace del núcleo familiar un lugar inhóspito y agobiante para los cónyuges.

01 marzo 2005

Los errores sutiles del caso Ramón Sampedro

Los errores sutiles del caso Ramón Sampedro

Montse Doval comienza su post "La frivolidad de 'Mar adentro' hace daño" con un texto aparecido en el blog de Magda Bandera referido a un interesante artículo que recomendamos y aquí puedes descargar en formato rtf y que recomendamos. Se trata de un artículo de Javier Romañach, miembro del Foro Vida Independiente, que como recuerda Magda,

comparte "con Ramón Sampedro una realidad: la tetraplejia, un objetivo: la búsqueda de la dignidad humana, un medio: el pensamiento racional y una “religión”: el ateísmo racionalista". "Ahí terminan las cosas que compartimos", afirma quien se ha sentido muy molesto por la visión que Sampedro ha transmitido de la tetraplejia.

El artículo de Javier Romañach está disponible en Discapnet y explica como como sus palabras

pretende analizar de manera racional algunos de los aspectos relacionados con el "caso Ramón Sampedro": su lucha personal, la película basada en su historia y su impacto mediático, la eutanasia, la tetraplejia de Ramón Sampedro y la visión de todos los aspectos anteriores desde la filosofía moderna de la discapacidad.

Los comentarios al post de Montse van llegando uno tras otro y reflejo aquí el que ella misma acaba de escribir hace bien poco, a tenor de las posturas que se van reflejando:

Tenía la esperanza de que se leyera la argumentación de Romañach. El planteamiento es que la glorificación, la exaltación de la postura Sampedro está haciendo muchísimo daño a los auténticos héroes del día a día. Con qué sensación se han quedado todos esos parapléjicos que tienen una vida mucho más dura que la de Sampedro al ver que la sociedad exalta y valora más a la persona que decidió no tener rehabilitación, no facilitarle a nadie de su alrededor la vida (tiene narices que estuviera 30 años esclavizando a su cuñada cuando podía desarrollar una actividad autónoma bastante amplia) y además plantear su idea suicida como la "única salida digna" porque él no podía conseguir lo que consideraba indispensable: su curación. Sampedro calificaba de indigna la vida del parapléjico, ¿es ese el mensaje que queremos que reciba la sociedad?, ¿es ese un mensaje humano, respetuoso con personas a las que les falta movilidad pero que son personas con la misma dignidad? Hoy me enteré de algo más: una mujer con depresión de Madrid, de la que una conocida era amiga, decidió suicidarse después de ver la película porque le había enseñado la salida a su vida. Y se suicidó.
¿Os dais cuenta de que hay miles de personas a las que un empujoncito como una película les puede llevar a acabar con su vida?