La experiencia de mi amiga Sonia, es desgarradora. A ella le practicaron un aborto de su primer embarazo, cuando era muy jóven... nunca lo pudo olvidar.
Años después tuvo un segundo embarazo y debido a su desesperación, nuevamente pensó en "suprimirlo". Aunque recordaba lo traumatizante de su primera experiencia y esto la detenía un poco, tenía mucho miedo porque estaba completamente sola y pensaba que no podría hacerse cargo de su hijo. No sabía que hacer, contempló la posibilidad de darlo en adopción, pero también esta idea no la convencía. Sin embargo, pensó que en este caso realmente sería lo mejor para su bebé.
Finalmente, por cosas del destino, se enteró de la ayuda que brindaba un Centro para la mujer embarazada de una organización provida de Sonora y acudió buscando orientación.
Ahí conversaron con ella y hasta se hizo de buenas amigas. Ya nunca mas sintió que estaba sola... Se sintió acogida con amor y respetada. Al analizar algunas de las alternativas que ahi le brindaron, decidió irse a una casa hogar de Guadalajara. No sabía con certeza si daría a su bebé en adopción o lo conservaría a su lado, pero sabía que el irse un tiempo a estar a solas consigo misma y con gente que buscaba ayudarla, le serviría para pasar el resto de su embarazo con tranquilidad.En aquella casa hogar, le dieron de forma gratuita alojamiento, comida, servicio médico y sobre todo un ambiente de amor y solidaridad. Allá, con ayuda de gente de buena voluntad, venció su miedo y finalmente decidió quedarse con su hija. A la fecha esta niña tiene ya tres años, está al lado de su madre, Sonia, que la adora y no se arrepiente de haber tomado esta desición aún con las situaciones mas adversas, las cuales, una a una, han ido superando juntas.
Sonia escribió unas palabras, basándose en su propia experiencia, que me pidió compartir con ustedes cuando le comenté de esta página:
" Abortar es arrancar, matar sin piedad. No solo arrancarán la preciosa vida que late dentro de tí, te despojarán de instinto maternal, amor y sensibilidad, jamás volverás a sentirte ni a sentir igual. Cuando escuches como rompen lo huesos de tu bebé para sacarlo, algo dentro de tí también se romperá. Crecerá dentro de tí un odio que te pudrirá y donde quiera que voltees verás madres abrazando a sus bebés o niños corriendo y gritando felices y nunca podrás perdonarte... Soñarás el cadaver mutilado de tu bebé inocente flotando en un charco de sangre. El sonido de sus huesitios se convertirá en un escalofrío que te sacudirá cada vez que escuches el llanto de un bebé. En tus manos está, mujer, el vivir esta agonía o evitarla... No sufras innecesariamente."
".. En el momento que contemples el rostro de tu bebé al salir del quirófano olvidarás cualquier contratiempo del pasado. Ese bebé te enseñará a amar, perdonar y hasta sonreir y besar. Tal vez dudes del amor de Dios y no creas poder con el paquete tu sola, puedes en ese caso darlo en adopción a una familia que estará facinada de sentir sus manitas, de escuchar sus pasitos corriendo a encontrarlos y de recibir todo el amor que un niño es capás de regalarte.... Eso significará que ya no tendrás responsabilidades pero tampoco privilegios y que jamás volverás a contemplar su sonrisa. Si decides quedarte con tu bebé y buscar la forma de salir adelante, pidele a Dios que te ayude y Él encontrará la mejor manera de hacerlo, habrá dificultades y a veces te deseperarás pero poco a poco saldrás adelante, tienes que ser muy valiente, mujer, y cuando mires a tu bebé y contemples la inocencia de su mirada y la ternura de su sonrisa, te darás cuenta de que todos tus sacrificios han valido la pena . "
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