07 junio 2005

Derechos humanos para todos

por Pro-Vida Valencia

Manifiesto para defender los derechos de las personas, que también incluyen los de los seres humanos en su periodo primero de vida tras su concepción

Desde hace un tiempo los medios de opinión se esfuerzan en deslegitimar cualquier intento de salvar los embriones humanos de la destrucción que supone su uso en la investigación médica. No son pocos los que defienden que la sociedad tiene un compromiso con el avance científico aunque ello suponga terminar con la vida de unos cuantos humanos en estado embrionario. Los defensores de esta matanza han tratado de difamar a los que defendemos el derecho de todos a la vida diciendo que imponemos nuestras creencias religiosas a los demás y que impedimos el desarrollo de curas necesarias. ¡No estamos de acuerdo!

Estamos a favor de ayudar con dinero público el avance de la ciencia en general y de la medicina en particular, y estamos a favor de desarrollar las terapias con células de madre; pero insistimos que toda la investigación científica ha de conducirse dentro de las demandas objetivas de la justicia. Las células madre adultas obtenidas por ejemplo del cordón umbilical y la placenta han permitido ya -sin dañar seres humanos- curar a millares de personas que sufrían 56 enfermedades diferentes. Las terapia con células madre embrionarias, no obstante -que tiene todavía no ha sido utilizada en ningún tratamiento- requiere la destrucción de seres humanos. Antes de formar tu propia opinión al respecto, considera por favor estas reflexiones.

1.- Todos los seres humanos son iguales

La justicia básica requiere no discriminar por razón de raza, sexo, o religión. Asimismo, la equidad requiere no discriminar por razones de edad, de tamaño, de etapa de desarrollo, o por la condición de dependencia o enfermedad. Esta doctrina de la igualdad encaja claramente en nuestros principios democráticos y en la constitución. Cuando decimos que todos somos iguales, queremos decir que hemos sido dotados de ciertos derechos inalienables, entre ellos el derecho a la vida y a la libertad.

2.- Los seres humanos tienen valor en sí mismos.

Sabemos que los derechos humanos no son concesión de ningún gobierno ni promulgados por una mayoría. Los seres humanos tienen derechos en virtud de su humanidad. Nuestros derechos no derivan de nuestra fuerza o belleza, de nuestra inteligencia o talentos, o de nuestra utilidad a otras personas o a la sociedad en su totalidad. Esto explica porqué defendemos la vida de un niño mentalmente perjudicado tanto como la vida de un científico que gana el premio Nóbel. Estaría manifiestamente mal matar a un niño discapacitado para obtener sus órganos para un trasplante, como antes era incorrecto esclavizar los seres humanos negros para el trabajo, o exterminar a judíos para crear una raza ideal.

3.- El orden legal debe de proteger a todos sin excepción

De igual modo que nadie en su sano juicio aceptaría el discurso de ningún político que diga que está personalmente en contra de matar al enfermo mental pero que por el bien de la ciencia es bueno disponer de algunos para experimentos, o que estando personalmente opuesto a la esclavitud a algunos debe permitírsele tener su propio esclavo, o que estando en contra del holocausto algunos pueden elegir exterminar a una clase de la gente, nuestra oposición al exterminio de seres humanos inocentes no es simplemente personal o privada. Se trata de un principio basado en las demandas de la justicia. Tenemos el deber de proteger a todos los seres humanos en peligro con la fuerza de la ley persiguiendo a los que violan el derecho de los demás a la vida.

4.- Los humanos en estado embrionario no son menos humanos que los demás

Nuestros opositores insisten que los embriones no son seres humanos, o si son seres humanos, no son todavía personas. Sin embargo decir que los embriones humanos son cualquier cosa con excepción de seres humanos aun en una temprana etapa de su desarrollo desafía la verdad científica. Es indignante relegar a algunos seres humanos al estado de no persona.

5.- Un embrión humano es un ser humano completo al inicio de su desarrollo.

Alguna gente dice que nosotros no podemos saber cuándo comienza la vida humana. Dicen que es un misterio metafísico. Pero no es verdad. La embriogénesis humana y el desarrollo intrauterino son, en su esencia, un proceso conocido. En cuanto a cuándo comienza la vida la ciencia nos dice que el desarrollo del ser humano comienza con la fertilización, cuando un gameto o una esperma masculino (espermatozoide) se une con un gameto u ovocito femenino para formar una célula nueva llamada zigoto. Esta nueva célula totipotente marca el principio de cada uno de nosotros como individuo único. Ésta no es metafísica o teología: es biología humana elemental. Todos hemos pasado por este proceso.

6.- Todos nosotros fuimos embriones alguna vez

Cuando el esperma y el óvulo se funden, comienza la vida de un nuevo, único, ser humano genéticamente completo y distinto. Mientras que ninguno de nosotros fuimos alguna vez esperma u óvulo, cada uno de nosotros fuimos una vez un embrión, o más correctamente, un humano en estado embrionario, de la misma forma que cada uno de nosotros fuimos una vez un adolescente, un niño, un bebé, y un feto. Estos términos se refieren no a diversas clases de seres, sino a las etapas en el desarrollo natural de un ser humano. Los embriones, los fetos, los bebés, los adolescentes, y los adultos se diferencian no en su clase (o sustancia), sino en su madurez o etapa del desarrollo. Sin importar cuánta gente diga que un embrión es simplemente un barullo de células, los hechos de la ciencia prueban que es un ser humano. Si se nos hubiese destruido cuando estábamos en la etapa embrionaria jamás hubiésemos existido. No nos parece justo impedir que algunos seres humanos se desarrollen.

7.- Un embrión no es un ser humano potencial sino un humano con toda su potencialidad

En la etapa embrionaria de nuestras vidas, cada uno de nosotros poseyó la constitución genética necesaria para convertirse por un proceso unidireccional e integrado de embrión en feto y después en bebé, en niño, en adolescente y en individuo adulto conservando la identidad primigenia. Es decir cada uno de nosotros empezó siendo humano; a ninguno de nosotros le hicieron humano en un cierto momento después de existir. En la etapa embrionaria de nuestras vidas, no éramos seres humanos de modo potencial, ya éramos entonces seres humanos. Éramos, eso sí, adultos potenciales. Nuestro potencial era, como el potencial de un feto o de un infante recién nacido, de maduración para llegar a la edad adulta.

8.- Matar seres humanos está siempre mal, no importa su tamaño.

Si es un hecho científico establecido que los embriones humanos son seres humanos, ¿por qué estamos discutiendo sobre la investigación con células madre? Del mismo modo que sería malvado matar a un niño mentalmente discapacitado para extraer sus órganos para un trasplante, sería también malvado matar al humano embrionario para cosechar sus células madre para la investigación científica. Tan incorrecto era exterminar a los judíos en el holocausto, como ejecutar los embriones, aún con el loable propósito de curar enfermedades.

9.- La muerte directa de seres humanos es el asunto político más importante

Anhelamos el día en el que todos los políticos sean favorables a la protección de embriones. Reconocemos, sin embargo, que la destrucción de embriones humanos está apoyada por los principales partidos. Más de 80.000 vidas humanas se extinguen cada año en abortos, otras 100.000 están congeladas en estado embrionario y morirán si se permite experimentar con ellas. La guerra de Irak es un minúsculo asunto político comparado con el que se ventila en nuestro país con la protección de la vida humana en las primeras etapas de su desarrollo. ¿Cuál va a ser el daño colateral aceptable para que unos pocos investigadores justifiquen su trabajo? ¿Cuántas vidas?

Al contrario de lo que dicen nuestros opositores, ninguno de nuestros argumentos ha sido personal o religioso. Nuestra demanda simple está en la igual protección de todos los seres humanos. Apoyar la destrucción de embriones es apoyar la matanza directa e intencional de seres humanos inocentes.

Provida: Asociación Valenciana para la Defensa de la Vida: 963331131

http://www.provida.es/valencia

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