En momentos en que sólo se habla de separaciones, Florence Kaslow sostiene algo que hoy podría considerarse casi un antitema: matrimonios de larga duración y, más encima, satisfechos.
Una materia que esta sicóloga estadounidense domina no sólo en lo profesional, sino también en lo personal: lleva 50 años de feliz matrimonio.
La doctora Kaslow es fundadora de la International Family Therapy Association, presidenta actual de la International Academy of Family Psychology y del American Board of Family Psychology. En 1991, la American Association of Marriage and Family Therapy la premió por su contribución en la terapia familiar.
En Chile ha estado en dos oportunidades,1992 y 2001, cuando vino a dictar los primeros cursos sobre mediación para familias en conflicto, al Departamento de Psiquiatría, Campus Oriente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
La investigación sobre las claves de los matrimonios duraderos, que comenzó en Estados Unidos, fue un fruto que maduró después de asistir a múltiples convenciones internacionales de expertos en terapia de pareja y familia, pertenecientes a distintas universidades.
Su trabajo fue tan novedoso, que inspiró a especialistas de Alemania, Israel, Suecia, Holanda, Sudáfrica y Chile a realizar otros similares, todos durante los últimos cinco años. "Quienes trabajamos en esto nos dimos cuenta de que nuestro esfuerzo había girado durante largo tiempo en torno a situaciones conflictivas y disfuncionales en las relaciones conyugales y familiares y que era hora de centrarnos en los aspectos saludables. Es decir, en descubrir cuáles eran los factores que influían en la satisfacción matrimonial y su mantención a través de los años, tanto en las etapas de tranquilidad como en las de conflicto".
De los resultados observables en estos estudios que incluyeron a cerca de mil parejas, llama la atención lo parecidas que son las respuestas, a pesar de las diferentes culturas y religiones. Por eso, considera la sicóloga, "es tan importante transmitirlos, especialmente a los jóvenes, para que aprendan que la convivencia matrimonial requiere de esfuerzo, sacrificio y contratos claros que les permitan tener una vida de satisfacción y con herramientas para enfrentar las crisis sin temor, saliendo de ellas fortalecidos".
Factores que unen
Los estudios con matrimonios de larga duración, formados hace 25 o más años, se llevaron a cabo en los siete países, sobre la base de entrevistas. A los encuestados se les mostró una lista de más de cuarenta razones para permanecer unidos y se les pidió que escogieran las más importantes.
1.- La institución es un contrato para toda la vida: es la concepción que sobre el matrimonio tienen las casi mil parejas estudiadas.
2.- Responsabilidad por la pareja y los hijos en común, sean biológicos o adoptados. Sienten que forman parte del proyecto común y deben cuidarlos, educarlos y quererlos toda la vida.
3.- Profesar el mismo credo o tener concepciones similares del mundo. Contar con una fuerza protectora y orientadora que consolide el matrimonio significa un gran terreno ganado.
4.- Llevarse bien con la familia de origen del cónyuge. Esto, sin embargo, teniendo muy en claro que se trata de dos grupos familiares distintos y que no se puede postergar al marido o a la esposa por los padres o los suegros.
5.- Llevarse bien con los amigos de la pareja y su círculo social fortalece y enriquece la convivencia marital.
6.- Capacidad para resolver las crisis que se dan en la vida conyugal, provocadas por los cambios que se van produciendo en lo personal, en la pareja y en lo familiar es otro de los desafíos que aprenden a vencer los matrimonios de larga duración. Eso implica diálogos profundos y periódicos, revisión de las grandes directrices de la unión, capacidad para comprender al otro, muchas veces tener que ceder o transar. "Lo que estas parejas saben es que de las crisis bien resueltas salen fortalecidas, beneficiando a la familia completa". La investigación tiene otra parte: los ingredientes que debe tener la vida conyugal para que sea satisfactoria. Entre los que señalaron las parejas en estudio, destacamos ocho. Es importante señalar que cinco de los siete países donde se hizo el estudio pusieron en primer lugar "la confianza mutua", y sólo Estados Unidos y Chile colocaron "amor" encabezando la lista.
7. La confianza, según Florence Kaslow, significa "tener fe en el otro, saber que siempre será honesto, leal, fiel, alguien con quien andar juntos por la vida".
8. Respeto: es el reconocimiento de la presencia del cónyuge como tal, aceptándolo como es: "Convivo contigo siendo tú distinto".
9. Amor y capacidad para expresarlo. Los matrimonios entrevistados reconocen que este sentimiento varía en los distintos períodos. Primero es ciego (amor-pasión), después viene uno más profundo, relacionado con el proyecto común (como tener hijos) y en el que deben jerarquizarse los afectos. Por ejemplo, es natural que la mamá les dedique más tiempo a los niños que al marido, cuando son pequeños, y él tiene que entenderlo, postergándose durante esa época. "Lo que se ve en estas parejas es que se dan siempre la oportunidad del reencuentro en el que reviven su pasión".
10. Comunicación entre los cónyuges, el abrirse al diálogo fructífero en torno a sus emociones, pensamientos, desafíos, planes y temas en conflicto, es un elemento fundamental según los entrevistados.
11. Una buena capacidad para resolver sus problemas es otra herramienta matrimonial, "sabiendo escuchar al compañero e incorporándolo en las soluciones".
12. Compartir la misma concepción del mundo, valores e intereses, se considera un punto importante para la buena relación.
13. La preocupación del uno por el otro, de sus necesidades, sentimientos y felicidad, constituye un elemento central para los felizmente casados.
14. Dejarse espacio y tiempo para estar y divertirse juntos. Las parejas encuestadas señalan que les sirve para compensar las responsabilidades familiares, muchas veces estresantes y pesadas. Ponerle una gota de humor a la relación, aunque parece un ingrediente liviano, le da sazón al matrimonio. Estos catorce factores, que permiten lograr una convivencia armónica y mantenida en el tiempo, no forman parte de una receta ni tampoco son teoría. Es la experiencia que aprendieron, espontáneamente o a costa de tropezones, caídas y recaídas, casi mil parejas de la vida real. A muchos les puede servir.
(www.puntomujer.emol.com 2005-02-08)
ABORTO: Un millَn de muertos
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