Me llamo Elen y tengo 27 años. Hace 5 años conocí a un chico que a mis padres no les gustaba nada. Así que decidí irme a vivir con él, con una mano delante y otra detrás, dejé mis estudios de empresariales, en el último año, y me fui. Él trabajaba descargando cajas. Todo iba bien, yo estaba feliz con él, y no me hacían falta mis padres, hasta que me quedé embarazada, hace tres años. Yo al principio me alegré, pues era fruto de nuestro amor, pero él no lo vio así. Me dijo que no quería tener un hijo, que él quería disfrutar de la vida y que abortara, que me daba el dinero. Eso me cayó como un jarro de agua fría, yo estaba contenta...bueno, a partir de ahí todo cambio. No me miraba a la cara, no me abrazaba, me huía, yo estaba ya de 8 semanas, y un día vino casa con un amigo suyo, y entre los dos empezaron a decirme que iba a arruinar mi vida, que estaba sola, que no trabajaba, así que le pedí tiempo, y me dio 3 semanas, a las tres semanas le dije que no quería abortar, y me dijo que eligiera, y lo elegí a él. Pedimos cita en la clínica y llegó el día señalado para matar a mi bebé. Él se fue a trabajar muy contento, dándome besos, y diciendo lo mucho que me quería.
Y yo me fui a la clínica, estaba ya de 14 semanas. Me vio el "ginecólogo" y me hizo una eco, yo por supuesto no la ví. 14 semanas y 4 días. Hablé con un psicólogo que lo que hizo fue darme unos `papeles para que los firmase, pero no me preguntó nada. Estando en la sala de espera con tres chicas más, noté algo, algo se había movido dentro de mí, pensé que eran los nervios, pero volví a notarlo hasta tres veces más, era mi bebé, estaba luchando por su vida, y me lo decía asi. ¿sabes lo que hice? Me levanté cuando la enfermera me llamó y le dije que se quedara con el dinero, que yo me iba con mi bebé. Me fui a un parque cercano y lloré y lloré, hasta quedarme sin lágrimas. Estaba asustada, muy asustada. A las 4 horas mi novio me llamó para ver qué tal todo, y le dije que muy bien, no fui capaz de decirle que no lo había hecho. Por la tarde vino a recogerme, a la puerta de la clínica, y fuimos a casa a "celebrarlo", lo celebramos, sí, y yo sufría por ver que él no lo quería y celebraba su "muerte", pero también porque le estaba mintiendo.
Lo engañé tres semanas más, y durante esas tres semanas fui notando cada vez más a mi hijo, pero estaba asustada, mucho. Intenté encontrar trabajo, pero nadie quería contratar a una embarazada, y ahí no podía mentir. Me acostaba cada noche rezando por que él llorara por haber matado a su hijo, rezando para que me dijera que estaba arrepentido, y deseando decirle: nuestro bebé está bien, no lo hice!
Pero mis oros no dieron resultado, él cada vez estaba más contento y yo no tenía a nadie a mi lado, pues al irme con él perdí contacto con mis amigos, familia... Bueno, cuando habían pasado 18 días me llamaron de una tiende de ropa premamá y de bebés, que les hacía falta una chica para trabajar y no importaba mi embarazo! Me puse a trabajar a los 4 días, y cuando llegué de trabajar el primer día senté a mi chico en el sofá, me abrazaba y me quería con locura, hasta que se lo dije. Me mandó lejos, me empujó y se levantó, se le cambió la cara, me dijo que tenía tres horas para irme de casa, y que no quería volver a verme, que ese niño iba a ser un desgraciado sin padre, y que como le diera el punto me lo quitaría .Estaba destrozada, no por él, aunque lo quería mucho, sino por mi hijo, pero me levanté, cogí algunas bolsas y me fui. Tenia mucho miedo, pero todo fue bien. Me fui a un piso de estudiantes, con dos chicas, y llevé a mi bebé con mucho orgullo. A mi novio lo vi en cuatro ocasiones más, antes de tener al bebé, y no me miraba a los ojos, pero yo sé que se moría de ganas por saber si era niño o niña...
Bueno, tuve a Guille, mi hijo, que va a cumplir tres añitos dentro de poco. He tenido mucho miedo, y sigo teniéndolo, pero me basta con una sonrisa suya para ser feliz, me alegro cada día más de haberme marchado de aquella clínica, de haberle dado la oportunidad de ver, de llorar, de reír, de saltar, de jugar... Sé que mi hijo es feliz, y nunca me hubiese perdonado no haberle dado la oportunidad de vivir, de crecer como persona y de hacer lo que yo hice, de estudiar y tener hijos. Hace una semana nos encontramos con su padre en el supermercado, y como si se lo hubieran dicho, guille lo miraba y le hacía burlas, lloró cuando se acercó a él, y entonces vi que mis rezos habían hecho efecto, vi como caía una lágrima por su mejilla, no me miró, pero me dijo gracias, y sé que esas gracias son por no haber matado a su hijo, pues aunque no lo quiera como a un hijo, tiene la conciencia tranquila, no tiene ninguna muerte a sus espaldas, aunque no por su voluntad, pero yo no le deseo mal a nadie. Los miedos son normales en toda mujer que va a ser madre, pero tu hijo te dará las fuerzas para vencer esos miedos, porque siempre estará a tu lado, es lo único que es realmente tuyo, y su sonrisa es mejor que nada en este mundo. ¿vas a matar a tu hijo porque tú tienes miedo? Él es indefenso, depende de ti, y seguro que está más asustado que tú. Tu hijo siempre te admirará, te querrá como nadie y será fiel a ti, él nunca elegiría matarte, no lo elijas tú. Déjalo vivir.
Me inventé una canción para mi hijo estando embarazada, ahora la escribo:
Sangre de mi sangre,
que vive en mi interior,
luz que me ilumina
en mi oscura dirección,
veo crecer tu cuerpo
a gran velocidad
y me pongo a pensar
¿que destino correrás?
Tú serás la vela que me empuje
y que me haga navegar,
hasta el infinito,
tú serás la vela que me empuje
y que me haga pelear,
dispuesto a llegar hasta lo imposible.
Carne de mi carne
que escuchas mi canción,
luz que me ilumina
en mi oscura dirección,
espero ansiosa el momento
en el que pueda oír tu voz,
tus pasos, tus llantos tus risas
dentro de mi corazón.
No es gran cosa, pero me ayudo en los peores momentos, y todavía se la canto a Guille algunas noches, y el la canta conmigo. Algún día, se que tendré que explicarle por que él no tiene un papá, pues ya me pregunta, y creo que no será infeliz cuando le cuente que su papi no estaba preparado para tenerlo, pero que su mami lo quiere tanto que sirve de mami y de papi.
Adopción espiritual
Y yo me fui a la clínica, estaba ya de 14 semanas. Me vio el "ginecólogo" y me hizo una eco, yo por supuesto no la ví. 14 semanas y 4 días. Hablé con un psicólogo que lo que hizo fue darme unos `papeles para que los firmase, pero no me preguntó nada. Estando en la sala de espera con tres chicas más, noté algo, algo se había movido dentro de mí, pensé que eran los nervios, pero volví a notarlo hasta tres veces más, era mi bebé, estaba luchando por su vida, y me lo decía asi. ¿sabes lo que hice? Me levanté cuando la enfermera me llamó y le dije que se quedara con el dinero, que yo me iba con mi bebé. Me fui a un parque cercano y lloré y lloré, hasta quedarme sin lágrimas. Estaba asustada, muy asustada. A las 4 horas mi novio me llamó para ver qué tal todo, y le dije que muy bien, no fui capaz de decirle que no lo había hecho. Por la tarde vino a recogerme, a la puerta de la clínica, y fuimos a casa a "celebrarlo", lo celebramos, sí, y yo sufría por ver que él no lo quería y celebraba su "muerte", pero también porque le estaba mintiendo.
Lo engañé tres semanas más, y durante esas tres semanas fui notando cada vez más a mi hijo, pero estaba asustada, mucho. Intenté encontrar trabajo, pero nadie quería contratar a una embarazada, y ahí no podía mentir. Me acostaba cada noche rezando por que él llorara por haber matado a su hijo, rezando para que me dijera que estaba arrepentido, y deseando decirle: nuestro bebé está bien, no lo hice!
Pero mis oros no dieron resultado, él cada vez estaba más contento y yo no tenía a nadie a mi lado, pues al irme con él perdí contacto con mis amigos, familia... Bueno, cuando habían pasado 18 días me llamaron de una tiende de ropa premamá y de bebés, que les hacía falta una chica para trabajar y no importaba mi embarazo! Me puse a trabajar a los 4 días, y cuando llegué de trabajar el primer día senté a mi chico en el sofá, me abrazaba y me quería con locura, hasta que se lo dije. Me mandó lejos, me empujó y se levantó, se le cambió la cara, me dijo que tenía tres horas para irme de casa, y que no quería volver a verme, que ese niño iba a ser un desgraciado sin padre, y que como le diera el punto me lo quitaría .Estaba destrozada, no por él, aunque lo quería mucho, sino por mi hijo, pero me levanté, cogí algunas bolsas y me fui. Tenia mucho miedo, pero todo fue bien. Me fui a un piso de estudiantes, con dos chicas, y llevé a mi bebé con mucho orgullo. A mi novio lo vi en cuatro ocasiones más, antes de tener al bebé, y no me miraba a los ojos, pero yo sé que se moría de ganas por saber si era niño o niña...
Bueno, tuve a Guille, mi hijo, que va a cumplir tres añitos dentro de poco. He tenido mucho miedo, y sigo teniéndolo, pero me basta con una sonrisa suya para ser feliz, me alegro cada día más de haberme marchado de aquella clínica, de haberle dado la oportunidad de ver, de llorar, de reír, de saltar, de jugar... Sé que mi hijo es feliz, y nunca me hubiese perdonado no haberle dado la oportunidad de vivir, de crecer como persona y de hacer lo que yo hice, de estudiar y tener hijos. Hace una semana nos encontramos con su padre en el supermercado, y como si se lo hubieran dicho, guille lo miraba y le hacía burlas, lloró cuando se acercó a él, y entonces vi que mis rezos habían hecho efecto, vi como caía una lágrima por su mejilla, no me miró, pero me dijo gracias, y sé que esas gracias son por no haber matado a su hijo, pues aunque no lo quiera como a un hijo, tiene la conciencia tranquila, no tiene ninguna muerte a sus espaldas, aunque no por su voluntad, pero yo no le deseo mal a nadie. Los miedos son normales en toda mujer que va a ser madre, pero tu hijo te dará las fuerzas para vencer esos miedos, porque siempre estará a tu lado, es lo único que es realmente tuyo, y su sonrisa es mejor que nada en este mundo. ¿vas a matar a tu hijo porque tú tienes miedo? Él es indefenso, depende de ti, y seguro que está más asustado que tú. Tu hijo siempre te admirará, te querrá como nadie y será fiel a ti, él nunca elegiría matarte, no lo elijas tú. Déjalo vivir.
Me inventé una canción para mi hijo estando embarazada, ahora la escribo:
Sangre de mi sangre,
que vive en mi interior,
luz que me ilumina
en mi oscura dirección,
veo crecer tu cuerpo
a gran velocidad
y me pongo a pensar
¿que destino correrás?
Tú serás la vela que me empuje
y que me haga navegar,
hasta el infinito,
tú serás la vela que me empuje
y que me haga pelear,
dispuesto a llegar hasta lo imposible.
Carne de mi carne
que escuchas mi canción,
luz que me ilumina
en mi oscura dirección,
espero ansiosa el momento
en el que pueda oír tu voz,
tus pasos, tus llantos tus risas
dentro de mi corazón.
No es gran cosa, pero me ayudo en los peores momentos, y todavía se la canto a Guille algunas noches, y el la canta conmigo. Algún día, se que tendré que explicarle por que él no tiene un papá, pues ya me pregunta, y creo que no será infeliz cuando le cuente que su papi no estaba preparado para tenerlo, pero que su mami lo quiere tanto que sirve de mami y de papi.
Adopción espiritual
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