Conocer el síndrome de Down y las características de las personas que lo padecen implica "una mejor aceptación, respeto, valoración, integración y normalidad de que en la sociedad existe una diversidad con la que hay que contar", ha explicado María Victoria Troncoso, presidenta de la Fundación Síndrome de Down de Cantabria, que constituyó en 1982, y autora del libro Mi hija tiene Síndrome de Down.
Isabel Gallardo Ponce
01/12/2006
Elaborado junto a su hijo Íñigo Flórez, el libro de Troncoso narra en primera persona cómo ha transcurrido la vida de su hija Miriam, de 30 años y síndrome de Down, así como de su hija Toya, de 42, con discapacidad intelectual."Parte de lo que trato de transmitir es que sí, tienen una discapacidad, pero son ciudadanos y personas con derechos y deberes. Hay que fomentar el desarrollo pleno de sus capacidades y su plena participación.
Y de ello le hemos hecho participe todo lo que hemos podido", incluso de la elaboración de este libro y de su contenido.
Intentando ayudar a su hija, su esposo, catedrático de Farmacología de la Universidad de Cantabria, Jesús Flórez, ha consagrado su trabajo a la investigación científica, y Troncoso al desarrollo de la estimulación precoz y a mejorar la aceptación social.
En 1980 elaboró el método de lectura y escritura para alumnos con el síndrome de Down y ha dedicado mucho tiempo a lograr su integración laboral y escolar. Todos estos avances han mejorado la calidad de vida de los afectados, y ha hecho que se supere el aislamiento y encierro que sufrían. "Ahora con la integración escolar y laboral realmente han podido desarrollar plenamente sus capacidades. Su vida es plena de acuerdo a unas limitaciones, que nosotros también tenemos, aunque a otro nive
Adopcion Espiritual
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