24 marzo 2005

«Los discapacitados somos un valor para la sociedad, no un lastre»

Lo he encontrado en el grupo de Olga Bejano:

El secretario general del IMSERSO garantizó que el Gobierno trabaja «sin descanso» en una ley sobre protección de las personas con dependencia
PATRICIA DOMINGO/SANTANDER

Transcurrían los años 70 cuando en Estados Unidos el concepto de 'Vida Independiente', acuñado y promovido por John Evans, comenzó a cobrar fuerza. Hoy, esta filosofía de vida, que propugna la dignidad de las personas discapacitadas, se ha extendido por todo el mundo. Y es que, como explicó ayer Javier Romañach, del Foro de Vida Dependiente en España, «yo he creído durante 10 años que estaba mal hecho y aceptaba ciertas cosas como normales; cuando descubres la dignidad, te quedas con ella».

«Los discapacitados tienen el derecho de ser los actores de su propia vida». Esta frase, en boca del secretario general del IMSERSO José Carlos Baura, resumió ayer el objetivo con el que figuras de relieve internacional se dan cita en la UIMP en el seminario 'Discapacidad y vida independiente'. En esta línea trabaja ya el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que prepara una ley de protección de las personas en situación de dependencia. Una norma que, según Baura -director también del curso-, es «una absoluta prioridad y se trabaja en ella sin descanso».

El miembro del Foro partió de la base de que «nuestro pensamiento no es fácil de entender». Quizá, porque es ambicioso e implica un cambio de mentalidad de toda la sociedad. Romañach es tetrapléjico. Para quien no sepa qué es el concepto de persona dependiente, aclaró: «Eso soy yo». Tras quejarse por la discriminación «sutil» que sufren, visible sencillamente en el hecho de no poder subir unas escaleras, reivindicó «un mundo pensado para todos, sin dejar a nadie fuera». Porque «a mí no me pasa nada, el el mundo el que hay que cambiar», denunció. El Foro de Vida Dependiente es «una no ONG», no tiene presidente ni estructura. Es una comunidad virtual que se comunica a través de Internet. Su objetivo es cambiar mentalidades, no instituciones y quizá, por ello, lo más difícil, es que los propios discapacitados cambien la suya propia. «Durante años se nos ha hecho pensar que la culpa era nuestra y a los demás que 'pobrecitos'», relató Romañach.

Eutanasia y curación

Christopher Reeves y Ramón Sampedro son dos ejemplos de vida dependiente. El norteamericano «tiene una postura sencilla: 'Yo no seré un ser humano hasta que me cure'». La del segundo, cuya biografía está desde hoy en los cines a través de la película de Amenábar, «nos hizo un flaco favor», denunció. Respeta su elección por la muerte, pero «nos ha dejado un lastre en cuanto a la asociación de tetraplejia con eutanasia». Sampedro sufría la misma lesión que Romañach.El miembro de la comunidad virtual denunció que la sociedad sólo maneja esos dos mensajes «fáciles y directos», el de la eutanasia y el de la curación. «El nuestro es mucho más complicado, buscamos la esencia de la dignidad humana, sea como sea». Una lección que intentan enseñar en la UIMP estos días, porque «somos tan dignos como cualquiera».

El modelo clínico ha clasificado a los discapacitados como pacientes y enfermos durante años. Romañach denunció que «es peligroso» porque «hace énfasis en lo que tienes mal». En este sentido, apuntó que hay que «ver la discriminación como única», porque tan importante son «los subtítulos para los sordos, como la movilidad de los ciegos o las rampas para mí». Para quien no tiene una discapacidad, «mi discurso puede sonar razonable», afirmó. Lo difícil es cambiar la mentalidad de quien la tiene y el curso de la UIMP ofrece la posibilidad de hacerlo: «Somos un valor para la sociedad, no un lastre. Cuando nos damos cuenta de ello, no nos movemos de esa idea porque gusta mucho más quererse a uno mismo». Territorios de la imaginación y la memoria

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