28 diciembre 2005

Los Santos Inocentes

Cada año, el 28 de Diciembre, se celebra la Fiesta de Los Santos Inocentes: “Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven”.


Sin llanto y sin lamentos, sino con la frialdad de las estadísticas, la matanza de los Inocentes se renueva cada año. El Ministerio de Sanidad y Consumo ha hecho públicos los datos de los abortos perpetrados en 2004. Las estimaciones más pesimistas se han visto desbordadas: en ese año murieron a causa del aborto provocado 84.985 niños en etapa de gestación. Un tsunami que arrasa impunemente un volumen de población similar a la de Cáceres. El aborto es ya la principal causa de defunción en España. Desde la despenalización, en determinados supuestos, de este delito, hace ya veinte años, el número de abortos provocados no ha dejado de aumentar. Si en 1995 se habían practicado 49.367 abortos, diez años después esta cifra casi se ha duplicado. Cada seis minutos, una mujer aborta voluntariamente. Cada día, casi 233 abortos se cometen en nuestro país.

Ante esta proliferación del delito de aborto, no podemos quedar con los brazos cruzados. Se me ocurren algunas iniciativas:

1. Concienciarse de la gravedad de estos hechos.
2. Los creyentes, rezar y desagraviar, por tantos pecados gravísimos.
3. Tomar nota a la hora de ejercer el derecho al voto.
4. Educar, cada uno en la medida de sus posibilidades, en el respeto a la vida, también a la vida de los no nacidos. Igualmente, educar para el ejercicio responsable de la sexualidad.
5. Participar en actos como los “11-V” (“Veladas por la Vida”, que se organizan ante los abortorios, los días once de cada mes).
6. Escribir sobre el tema: cartas al director, mensajes en los foros, etc.
7. Usar bien el lenguaje, sin caer en la trampa de los eufemismos. El aborto es un delito y así debe ser denominado.
8. Dar a conocer realidades como la Asociación de Víctimas del Aborto y otras. El aborto mata al niño, pero hiere gravemente a la mujer.
9. Recomendar y difundir libros como "Yo aborté", así como la doctrina de la Iglesia sobre la gravedad de todo atentado contra la vida de un inocente.
10. Exigir al Gobierno medidas que permitan compaginar el trabajo y la maternidad; así como ayudas para las madres gestantes, y cauces que propicien la adopción de niños corran el riesgo de ser abortados.


Guillermo Juan Morado.


Adopcion Espiritual

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