14 enero 2009

Una mujer muere tras ingresar en una clínica investigada por abortos ilegales

La paciente, de 30 años y embarazada de 21 semanas, entró en parada en el centro El Bosque de Madrid
14 Enero 09 - D. Valdecantos / R. Serrano

Una mujer de 30 años falleció ayer en Madrid tras ingresar para someterse a un aborto en la clínica El Bosque. Según ha podido saber este periódico, la paciente fue ingresada en el centro -uno de los cuatro acreditados para la interrupción del embarazo en Madrid- el pasado lunes por la noche.

El aborto, que se iba a practicar por una malformación del feto «incompatible con la vida», de acuerdo con fuentes de la propia clínica, se programó para ayer por la mañana. A la mañana siguiente, nada más comenzar la fase exploratoria de la intervención, cuando todavía se encontraba en su habitación de la clínica, la mujer entró en parada cardiorrespiratoria. El personal de la clínica intentó reanimarla, pero tuvieron que llamar al Summa para trasladarla al Hospital Clínico donde, pocas horas más tarde, falleció.

De cinco meses y medio

La joven, con un embarazo «de alto riesgo» de 21 semanas, había sido derivada para abortar en el centro madrileño desde la sanidad pública asturiana. El director médico de la clínica, Sergio Muñoz, confirmó ayer lo sucedido. De acuerdo con su relato de los hechos, «antes de la intervención, nada más empezar a explorarla tuvo un paro cardíaco». Muñoz asegura que los médicos de la clínica lograron reanimarla. Pero cuando llegaron los efectivos del Summa «tuvo un segundo paro cardíaco». En esta ocasión, fueron los médicos de emergencias los que la reanimaron. «Dadas las circunstancias, los médicos pensamos que se produjo por causas naturales, no por la intervención en sí», señaló el responsable de la clínica. A su juicio, la muerte pudo deberse a un «embolismo del líquido amniótico». Se trata de «una patología muy rara», en palabras de Muñoz, pero que es letal para las embarazadas. No obstante, para determinar la causa de la muerte habrá que esperar a los resultados de la autopsia que se le practicará a la fallecida en las próximas horas.

Investigación

Se da la circunstancia de que la clínica El Bosque ha sido investigada por posibles irregularidades en los abortos. En diciembre de 2007, la Fiscalía de Madrid remitió a los juzgados la denuncia del colectivo Manos Limpias, sobre la que aún no se han pronunciado, tras la emisión de un vídeo de cámara oculta en el centro. En las imágenes, correspondientes a un programa emitido en Intereconomía TV, se observan prácticas irregulares, como la introducción de un feto en una bolsa de basura. Asimismo, se oyen conversaciones del personal de la clínica con las pacientes en las que se afirma que los informes psicológicos para justificar las interrupciones del embarazo no son más que un «mero trámite».

La seguridad y las prácticas de los centros privados abortistas, en entredicho

¿Es frecuente que haya complicaciones en las interrupciones voluntarias del embarazo?

-No, pero tampoco son casos aislados y muchas veces sus consecuencias llegan a los tribunales. En ocasiones, las complicaciones se producen en el postoperatorio, cuando la paciente ya se encuentra en su casa, y se dirige a un hospital general. Por ello, las clínicas no registran las incidencias.

- ¿Hay más riesgo en abortos tardíos?
-Sí. En algunos casos, incluso, es necesario practicar una cesárea para interrumpir el embarazo, lo que constituye una intervención de cirugía mayor.

-¿Son fiables los médicos de las clínicas abortistas?
-En principio, deben cumplir los mismos requisitos que cualquier otro facultativo. Pero entre los ginecólogos, los que practican abortos están «mal vistos». Así que, a menudo se dedican a esta práctica profesionales necesitados con urgencia de trabajo, como inmigrantes recién llegados. En el caso de los psiquiatras, es frecuente que sean accionistas de la clínica.

-¿Por qué no se hacen abortos en la sanidad pública?
-Porque la mayoría de los médicos se declaran objetores de conciencia.

En diciembre de 2007, la clínica El Bosque fue denunciada por supuestas irregularidades. El detonante fue un vídeo grabado con cámara oculta. En él, se podía escuchar al personal de la clínica haciendo declaraciones como «aquí aborta quien quiere», que evidencian que no se requería a las pacientes estar en uno de los tres supuestos legales.

Sobre los informes psicológicos para justificar abortos, afirmaban que «lo firman todo. El psiquiatra es socio de la clínica y todo queda en casa; el test es un trámite». Una de las facultativas, al extraer el feto muerto, lo tapa rápidamente. «Nunca los miro», exclama, «no me gusta»

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