28 febrero 2005

"Decidí no abortar"

"Decidí no abortar"En los últimos 20 años, Provida ha disuadido del aborto a 19.000 madres españolas. Muestra del negocio redondo en juego es el hecho de que cada aborto viene a salir por 3.200 euros. Ofrecemos el testimonio que dos jóvenes dieron recientemente en el programa de La Tarde con Cristina, en la cadena COPE. A pesar de pasar por situaciones económicas o personales difíciles, decidieron no abortar, afrontar esa nueva realidad, y sacar adelante esa vida. El sí a la vida siempre recompensa. Federación Española de Asociaciones Provida

Apoyo de los seres queridos
Marta se quedó embarazada con 16 años: Se lo comenté al padre, pero se desentendió. Al principio no tenía muy claro si tenerlo o qué hacer. Me veía con unos estudios sin terminar, en mi casa con mis hermanos, con sólo mi padre trabajando. Al final, decidí tenerlo, tanto si el padre estaba o no, y que lo iba a sacar adelante como pudiera. Era algo mío que estaba dentro, y no quería deshacerme de ello, sino seguir adelante. Muchos me decían que era una locura, que era muy joven, que no lo tuviese; pero ahora, al ver que es mayor la ganancia, dicen que he sido muy valiente. Tuve el apoyo de mi familia y de Provida, que me aporta mucha ayuda. Di con ellos gracias a una orientadora del colegio. Vamos todas las semanas y cuando tienen algo, pues nos dan lo que pueden ofrecernos –comida, ropa, etc...–, pero, sobre todo, mucha compañía, que eso es lo importante.

Experiencia personal
Vivo en casa de mis padres con mi hijo, que tiene ahora dos años y medio, y estoy orgullosísima. Además no he abandonado la trayectoria de mi vida. No se paró nada. Tenía en mente dejar de estudiar y dedicarme a mi hijo, pero gracias a mi familia, a las ayudas y a Provida, pues seguí estudiando. Ahora con 20 años he terminado mis estudios. Soy auxiliar de enfermería, busco trabajo y estoy muy contenta.

Ojo con los médicos
Cuando me enteré que estaba embarazada, fui al médico de cabecera para empezar las pruebas y revisiones. Cuando le dije que estaba embarazada, empezó a sacar papeles y me dijo que firmara uno. Luego me enteré que ese papel era para ir a abortar, porque me dijo que podíamos tener un problema en el hospital, ya que había gente que estaba a favor del aborto y gente que estaba en contra. Antes de firmar, le pregunté que para qué era el papel, y me dijo que para abortar, porque como era muy pequeña, pues tenía riesgo vital para mí y me podía pasar cualquier cosa. Me mandaba directamente a que abortase. Entonces le pregunté que a él quién le había dicho que yo quería abortar, que lo que quería era seguir adelante.

Clínicas a la caza del aborto
Marisol, ecuatoriana de 20 años, está embarazada de 6 meses: Al estar en España sola, estaba muy desesperada sin saber qué hacer o dónde acudir. Primero pensé en abortar, pero todas las noches soñaba con cómo iba a ser mi hijo. Decidí entonces, yo sola, que lo iba a tener como fuera. El padre se separo de mí. Ahora dependo de mis propias fuerzas y de Adevida. Una cocinera donde trabajaba me comentó que acudiese a ellos, porque realmente te ayudan, y no sólo dándote cosas –por ejemplo, la canastilla durante todo un año–, sino que lo más interesante es que te ayudan en lo moral y espiritual, porque te sientes tan mal y tan sola... Ahora estoy muy contenta. Aún hoy me siguen llamando de la clínica a la que llamé, cuando consideré la opción de abortar. Veo el número y les corto, porque no entienden que estoy arrepentida y que voy a seguir adelante con mi embarazo.

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