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Rumaisa Rahman nació en EEUU a los cinco meses de gestación, y pesó tan sólo 243 gramos. Pasará a los libros de Historia como el bebé de menor peso que ha logrado sobrevivir. Hoy, con tres meses de vida, pesa 1.18 kilos y está fuera de peligro. Su hermana gemela, Hiba, pesó 563 gramos.
La niña que ostentaba este récord -nacida en 1989 en el centro médico de la Universidad de Loyola (EEUU), al igual que las hermanas Rahman- pesó unos gramos más que Rumaisa.
Según anunciaron ayer los pediatras de este centro, Rumaisa podría ser dada de alta a comienzos de enero. Mientras que Hiba, que ahora pesa 2,25 kilos, puede recibir el alta a finales de este mes.
Actualmente, "mantienen su temperatura [corporal]; no necesitan incubadora. Toman sus biberones", declaró William MacMillan, médico de este centro. "Son bebés normales", precisó.
Las hermanas nacieron el pasado 19 de septiembre. La madre, Mahajabeen Shaik, de 23 años, había desarrollado preclampsia, una grave complicación del embarazo caracterizada por hipertensión y otros problemas. Este trastorno ponía en peligro a la embarazada y a Rumaisa, lo que llevó a los médicos a practicar una cesárea en la semana 26 de gestación (un embarazo normal dura 40 semanas).
Las claves de su mejoría
Jonathan Muraskas, profesor de medicina neonatal, explica que varios factores pueden haber aumentado las probabilidades de que las niñas sobreviviesen pese a ser tan pequeñas. Los niños nacidos antes de la semana 23 no tienen desarrollados por completo los pulmones, mientras que los nacidos a partir de ese momento pueden sobrevivir.
Asimismo, las niñas de menos de 400 gr tienen más opciones de sobrevivir que los niños de ese peso. Asimismo, Muraskas cree que las niñas podían haberse 'beneficiado', en cierto modo, de los problemas de salud de su madre. "A veces, cuando los bebés tienen problemas en el útero, pueden acelerar la maduración", explica.
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