07 enero 2005

Dexeus!

JOSEP MARIA DEXEUS, GINECÓLOGO
"Asistí a la abuela, a la madre y a la hija"

Tengo 80 años y nací y vivo en Barcelona. Soy médico obstetra y ginecólogo, recién jubilado tras 55 años de profesión. Estoy casado en segundas nupcias, y tengo tres hijos y cuatro nietos. Soy de centroderecha y catalanista, pero no separatista. Católico practicante. "No os dejaré fortuna, pero os dejaré curiosidad", nos decía mi padre

VÍCTOR-M. AMELA - 06/01/2005


-¿A cuántas personas ha ayudado usted a venir al mundo?

-¡A miles! En la clínica Mater, que mi padre fundó en 1935, nacieron 14.000 personas. Y en el Instituto Dexeus, que fundé en 1973 con mi hermano Santiago, han nacido ya 72.000 personas... Sin contar las de hoy.

-Y usted, ¿dónde nació?

-En casa. Fui sietemesino: me metieron en una cajita entre algodones y mantas porque entonces no había incubadoras... ¡Suerte que era verano y hacía calorcito! Mi propio padre asistió a mi madre en el parto.

-¿Era ginecólogo?

-Mi padre, el médico Santiago Dexeus i Font (1897-1973), revolucionó la obstetricia y ginecología en España: aterrado de ver morir a madres y bebés en partos caseros en manos de comadronas, promovió el parto en clínicas y bajo el control de médicos.

-Pero usted ya había nacido en casa.

-Era lo normal en aquel momento. Eso sí, mi padre administró anestesia a mi madre en el parto, algo aún mal visto por la Iglesia...

-¿Le costó mucho modificar esos hábitos?

-Sí, porque las comadrones se resistieron y porque la burguesía gustaba de lucir su casa con motivo de un nuevo nacimiento...

-Pues ahora vuelve a reivindicarse el parto natural y en casa...

-Y sigue teniendo riesgos innecesarios.

-¿Qué porcentaje de mortalidad se daba en los partos cuando su padre empezaba?

-¡La había en uno de cada 100 partos! Ahora la hay en uno de cada 10.000 partos.

-¿A qué se debía tanta mortalidad?

-Las comadronas llevaban los partos sin demasiada higiene, lo que provocaba sepsia puerperal, una infección muy grave...

-¿Funcionó bien su incubadora casera?

-Sí. Y luego, como era habitual entonces, me amamantó mi madre y una nodriza gallega que, como todas, llegaban aquí en tren con un cachorrillo de perro en una cestita. El cachorrillo iba succionándoles los pechos durante el viaje, para que siguieran produciendo leche...

-Qué tiempos...

-Se ha progresado tantísimo... La anestesia peridural, por ejemplo, que permite a la madre estar despierta y vivir su embarazo sin dolor, empezamos a aplicarla nosotros.

-Porque, de mayor, se unió a su padre...

-De niño yo veía, sorprendido, que todas las señoras que iban a su consulta eran gordas. Hasta que me explicó que de esas barrigas salían los niños, y no de cigüeñas.

-¿Ahí nació su vocación?

-Cuando tenía una paciente muy enferma, él no cenaba, y todos callábamos... ¡Siempre le admiré! Nos decía: "Antes que ser un médico adocenado, dedicaos a otra cosa..."

-Ojalá todos los médicos fueran así.

-¡Yo siempre he dedicado un mínimo de media hora a cada consulta! Y en algo tan íntimo como la obstetricia y ginecología, el trato humano con el paciente es primordial.

-¿Qué diferencia hay entre obstetricia y ginecología?

-La obstetricia se ocupa de todo el proceso de embarazo y parto. La ginecología, de todos los órganos reproductores de la mujer -mamas incluidas-, haya embarazo o no.

-¿Cuántos años ha dedicado a esto?

-Han sido 55 años. He sido, como mi padre, un médico humanista: al jubilarme, mis pacientes me han despedido con lágrimas. En algunas familias he tratado a tres generaciones de mujeres: abuela, madre e hija...

-¿Qué recuerda de sus primeros partos?

-No olvidaré una noche de verano en la que me llamaron para asistir, uno tras otro, ¡a 31 partos! Felizmente, no me murió nadie.

-¿Cuáles han sido los mejores avances?

-Los antibióticos, la anestesia peridural, la ecografía, la laparoscopia y la citología. Y el convencer a la mujer de que se visite.

-Aconseje algo a las mujeres que nos leen.

-Que tengan un ginecólogo y el hábito de visitarlo una vez al año, a todas las edades.

-¿Cuál es la horquilla de edad idónea para la procreación en la mujer?

-Entre los 18 y los 33 años es cuando menos complicaciones hay.

-Sobre el aborto, ¿qué opina usted?

-No me gusta, pero entiendo que hay casos en los que es médicamente necesario. Yo tuve un caso en que consulté con mi asesor espiritual, porque una paciente anoréxica quedó embarazada de sextillizos...

-¿Y qué hizo?

-La naturaleza decidió por mí: tuvo cuatro abortos naturales. Parió dos gemelos.

-Los ginecólogos son hombres: raro, ¿no?

-En los años 50, todo eran hombres. Hoy, en la Dexeus, más de la mitad son mujeres.

-Ahí su hermano Santiago logró el primer bebé probeta español, hace veinte años...

-Con Pere Barri y Anna Veiga: ¡un éxito!

-Y me pregunto si llegará un día en que no naceremos ya de mujer...

-Sería muy triste... No lo creo. Lo que sí conservamos en la Dexeus son 10.000 embriones congelados, cuyas células madre nos permitirán sustituir órganos y curar enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson...

-La Iglesia católica se opone. Como católico, usted debería oponerse también, ¿no?

-La Iglesia también miró mal la anestesia (por aquello de "parirás con dolor...") y se opone a la píldora anticonceptiva, al preservativo, a la reproducción asistida... ¡cuando la infertilidad es sólo una enfermedad más que puede y debe tratarse...! Yo espero que pase este Papa reaccionario y todo esto cambie, porque muchas personas han ido alejándose de la Iglesia por culpa de esto...

-¿Alguna paciente se enamoró de usted?

-He sido muy serio. Otra cosa es que alguna haya soñado conmigo por las noches...

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