19 enero 2005

El párroco de Villalegre pide que la ciencia avance en defensa de la vida


Asterio ofició una misa por el nonato de la deficiente embarazada

C. PEREIRA
El párroco de Villalegre, Julio Asterio, pidió ayer, en el transcurso de una misa en memoria de los niños no nacidos, que los avances en la ciencia y la técnica se apliquen en «beneficio de la vida». En el oficio religioso se tuvo un especial recuerdo para el bebé de la joven discapacitada avilesina embarazada de seis meses a cuya familia dio libertad el juez para practicarle un aborto. En el acto litúrgico no se llegó a mencionar en ningún momento a la deficiente, pero su caso estuvo en mente de todos los presentes.

Algo más de una treintena de personas asistieron a la misa, a la que se pretende dar continuidad en los próximos años como alegato en favor de la vida. Asterio lamentó que haya personas que «no dejen a un niño nacer». Personas que, según el sacerdote, «están dominadas por la búsqueda de la apariencia, el poder y la perfección, y creen que los imperfectos no tienen derecho a vivir». Recordó, sin embargo, que el derecho para decidir sobre la vida y la muerte sólo compete a Dios. «La vida es lo más hermoso que Dios nos da y nos la da para que la disfrutemos. Es suya y está en sus manos».

Apoyo institucional

El párroco admitió que en muchas ocasiones el discurrir de las personas está marcado por las complicaciones, lo que no implica que «puedan decidir sobre la vida o la muerte». Para atender a estas situaciones de dificultad, Asterio reclamó mayor implicación de las instituciones públicas, así como un esfuerzo para que el mandamiento «no matarás» se conjugue «en positivo».

«Nadie puede saber lo que nos va a deparar el futuro y no podemos saber además cómo nuestra vida puede influir en la de los demás. Ningún ser humano ni administración es dueño de la vida», concluyó.

El caso de la joven avilesina conmocionó a la opinión pública debido al avanzado estado de gestación en el que se encontraba cuando la familia solicitó autorización al juez para practicarle un aborto. La decisión judicial de dar libertad a la familia generó todo un movimiento social para evitar que se produjera la interrupción del embarazo.

El Colegio de Médicos, el Arzobispado de Oviedo y colectivos antiabortistas mostraron su oposición a que se pusiera fin a la gestación, al tiempo que hicieron público su apoyo a la familia para buscar una solución alternativa. El Principado eludió pronunciarse en todo momento y pidió respeto para que la familia pudiera decidir con libertad.

El Juzgado número 3 de Avilés mantiene abierta una investigación para esclarecer las circunstancias en las que se produjo el embarazo, ya que la joven acudía a dos centros especiales. El juez ha solicitado información a ambos centros y practicado pruebas de ADN en el entorno de la joven.



Adopcion Espiritual

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